6.8.05

Curso de Budismo. La vida de Nichiren Daishonin (2)

Este material es la traducción de los artículos basados en el libro Kyogaku no Kiso (Fundamentos de estudio del budismo) del Departamento de Estudio de la Soka Gakkai y publicado en la revista mensual de la SGI de Estados Unidos Living Buddhism 2003.
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IV. La persecución de Tatsunokuchi: Revelando su verdadera identidad
En el primer mes intercalar1 de 1268, llegó a Kamakura una misiva oficial del Imperio Mongol. Si el Japón no obedecía las demandas del Imperio Mongol y reconocía su fidelidad a él, decía la misiva, la obediencia sería forzada por medios militares. Con esto, el Daishonin percibió que su predicción de una invasión extranjera en su tratado “Sobre establecer la enseñanza correcta”, estaba por cumplirse.
En el cuarto mes de ese año, él presentó su “Razón fundamental para entregar ‘Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta’” a un sacerdote intensamente relacionado con el sogunato. El escrito aconsejaba a los gobernantes que dejaran de apoyar enseñanzas erróneas. Sin embargo, hicieron oídos sordos a los reclamos del Daishonin, rehusándose incluso a reconocerlos.
En el décimo mes, el Daishonin escribió a once líderes –incluyendo al regente Hojo Tokimune y otros funcionarios del sogunato de Kamakura y sacerdotes de importantes templos de Kamakura como Ryokan del Gokuraku-ji y Doryu del Kencho-ji –exigiéndoles debates religiosos públicos entre él mismo y representantes de las principales escuelas budistas. Ni los líderes de las escuelas budistas ni el gobierno respondieron de buena fe a esta solicitud. Más bien, los funcionarios del gobierno consideraron al Daishonin y a sus seguidores como una amenaza y buscaron maneras para reprimir sus actividades.
Sin someterse ante una oposición oficial tan intensa, el Daishonin refutó estrictamente los errores doctrinales de las principales escuelas budistas japonesas. Respecto a cuatro de esas escuelas, él pronunció breves declaraciones conocidas como sus “cuatro sentencias”: 1) “La Tierra Pura conduce al infierno de sufrimiento incesante; 2) El Zen es una invención de demonios celestiales; 3) Palabra Verdadera es una doctrina perniciosa que arruinará a la nación; y 4) La escuela Preceptos es una traidora nacional” (cf. WND, 1016).
En 1271, durante una severa sequía, el Daishonin recibió la noticia de que Ryokan, del templo Gokuraku-ji –un sacerdote de la escuela Preceptos de la Verdadera Palabra que tenía una considerable influencia sobre la familia gobernante Hojo– realizaría, en nombre del gobierno, una ceremonia de oración oficial por la lluvia. El Daishonin envió un mensaje a Ryokan, desafiándolo a una contienda para determinar la validez de sus respectivas enseñanzas.
Nichiren Daishonin propuso que si Ryokan, a través de sus oraciones, hacía que cayera la lluvia dentro de los siete días siguientes, el Daishonin se convertiría en su discípulo. De lo contrario, si Ryokan fracasara en hacer caer la lluvia, éste aceptaría seguir al Daishonin. Ryokan aceptó el desafío. Durante siete días, comenzando el decimoctavo día del sexto mes, él condujo oraciones rituales por la lluvia –y no cayó una sola gota. Él pidió –y se le concedió– otros siete días para conducir sus oraciones. No fue sólo que fracasó nuevamente, sino que esta vez originó una tempestad. En lugar de admitir su derrota, el resentido Ryokan hizo que su seguidor Gyobin, un sacerdote de la escuela Tierra Pura, presentara una demanda contra el Daishonin. Además, Ryokan inventó, a través de influyentes funcionarios del gobierno de Kamakura y sus esposas, una estratagema para hacer que el Daishonin fuese perseguido por las autoridades políticas.
Ryokan era sumamente respetado en el Japón como un sacerdote erudito y virtuoso que comprendía la esencia misma del Budismo. No obstante, en realidad, su intención era la de amasar riqueza personal mediante la colusión gubernamental. Nichiren Daishonin identificó a Ryokan con el tercero de los “tres enemigos poderosos” del Sutra del Loto y sus practicantes.
Basado en “El aliento a la devoción”, el decimotercer capítulo del sutra, Miao-lo, de la escuela T’ien-t’ai china, definió tres clases de enemigos, siendo el tercero los “sacerdotes falsos y arrogantes”. Esto se refiere a aquellos cuya apariencia exterior es la de sabios y venerables sacerdotes pero que interiormente se apegan a los deseos y ansias egoístas. Utilizando su estatus como clérigos de alta jerarquía, ellos desarrollan íntimos lazos con las personas que ostentan el poder y conspiran para perseguir a quienes propagan la enseñanza budista correcta.
El décimo día del décimo mes de 1271, Nichiren Daishonin fue convocado por el gobierno e interrogado por Hei-no-Saemon, subjefe de la Oficina de Asuntos Militares y Policiales (el jefe era el regente mismo). El Daishonin amonestó a Hei-no-Saemon, explicando, desde el punto de vista de las enseñanzas budistas, la correcta actitud y postura que el líder de una nación debía adoptar para asegurar la paz de la tierra.
Dos días después, en la noche del duodécimo día, Hei-no-Saemon tomó por asalto la morada del Daishonin en Matsubagayatsu con un grupo de soldados armados. Lo arrestaron y lo trataron como si fuese un traidor. El Daishonin, identificándose como el pilar espiritual de toda la nación, amonestó a Hei-no-Saemon. Él dijo que persiguiéndolo, los gobernantes estaban derribando ese pilar y conduciendo a la ruina a la nación. Como resultado, declaró el Daishonin, las dos calamidades descritas en los sutras que todavía no habían sucedido –la lucha interna y la invasión desde el exterior– ocurrirían definitivamente.
Nichiren Daishonin fue entonces llevado ante las autoridades gubernamentales y sentenciado al exilio en la provincia de Sado, una isla localizada en el mar del Japón. Hei-no-Saemon, sin embargo, conspiró secretamente para ejecutar al Daishonin. En las horas previas al amanecer de la mañana siguiente, él hizo que un grupo de soldados llevara al Daishonin a los terrenos de ejecución en Tatsunokuchi (Boca de Dragón) en una playa cercana a Kamakura. Justo cuando ellos estaban por cumplir la orden de decapitarlo, un brillante objeto apareció en el cielo sobre Enoshima, una pequeña isla cerca de la costa. En las palabras del propio Daishonin, “un brillante objeto tan radiante como la luna apareció desde la dirección de Enoshima, cruzando el cielo de sudeste a noroeste” (WND, 767). Los soldados aterrorizados por esta visualización, abandonaron sus planes de ejecución. Este incidente es conocido como la persecución de Tatsunokuchi.
Este evento es sumamente significativo en el contexto de las enseñanzas de toda la vida de Nichiren Daishonin. Su significado puede ser resumido de la siguiente manera: A través de la persecución de Tatsunokuchi, el Daishonin descartó su identidad provisional como alguien que está en la etapa inicial de la práctica budista (la “etapa de escuchar el nombre y las palabras de la verdad”) y, dentro de su vida como una persona común, manifestó su verdadera identidad –la del Buda de absoluta libertad. Esto es conocido como “descartar lo transitorio y revelar lo verdadero”. De esta manera, Nichiren Daishonin reveló su verdadera identidad y rol como el Buda del Último Día de la Ley. En ese rol, él inscribió el Gohonzon, el mandala que corporifica “el alma de Nichiren”, que es Nam-myoho-renge-kyo. Todas las personas, reconociendo y venerando al Gohonzon como la base de su vida, pueden alcanzar la Budeidad.

V. El exilio en Sado
Después de fracasar en el intento de ejecución en Tatsunokuchi, el gobierno no pudo decidir qué hacer con Nichiren Daishonin. Durante más o menos un mes fue mantenido en la residencia de Homma Rokuro Saemon en Echi, provincia de Sagami (la actual prefectura de Kanagawa, en la norteña ciudad de Atsugi).
Finalmente se le impuso una sentencia de exilio en la isla de Sado, de la cual Homma era administrador. El Daishonin fue llevado desde Echi el décimo día del décimo mes de 1271. En Sado, él ingresó a su residencia asignada –una pequeña cabaña desvencijada llamada Sanmai-do en un cementerio conocido como Tsukahara– el primer día del undécimo mes. Empeorando la dificultad del frígido clima invernal de Sado, el Daishonin carecía de alimentación y vestido adecuados, y los creyentes de la escuela Tierra Pura planteaban una amenaza para su seguridad.
El decimosexto día del primer mes del siguiente año, 1272, varios cientos de sacerdotes y sus adherentes tanto de Sado como de las provincias vecinas de la isla principal del Japón, se reunieron en Sado y desafiaron al Daishonin para un debate religioso. En ese encuentro, conocido como el debate de Tsukahara, el Daishonin derrumbó los argumentos de sus oponentes y refutó las doctrinas erróneas de las escuelas budistas a las que ellos representaban.
Durante el segundo mes de ese año, un intento de golpe surgió dentro del clan gobernante Hojo, y estallaron batallas en Kamakura y Kyoto (un incidente conocido como los Disturbios del Segundo Mes). De esta manera, la calamidad de la lucha interna tuvo lugar sólo 150 días después de que el Daishonin la predijera en el momento de la persecución de Tatsunokuchi. A comienzos de ese verano, en el cuarto mes de 1272, Nichiren Daishonin fue transferido de Tsukahara a un alojamiento más cómodo llamado Ichinosawa. La reubicación, sin embargo, no disminuiría la amenaza contra su vida planteada por iracundos creyentes de la Tierra Pura.
Nikko, a quien posteriormente el Daishonin designaría como su sucesor, había permanecido con el Daishonin a lo largo de todas sus dificultades, sirviéndolo continuamente y aprendiendo de él. Además, los residentes de Sado comenzaron a abrazar la fe en las enseñanzas del Daishonin, entre ellos creyentes tan notables como Abutsu-bo y su esposa, la monja laica Sennichi; el sacerdote laico Ko y su esposa; el sacerdote laico Nakaoki, y el sacerdote Sairen-bo Nichijo.
Durante su exilio en Sado, Nichiren Daishonin escribió muchas obras importantes, entre las cuales son fundamentales “La apertura de los ojos” y “El verdadero objeto de devoción para observar la mente”. Escrito en el segundo mes de 1272, “La apertura de los ojos” es conocida como la escritura que revela el objeto de veneración en los términos de la Persona. Aclara su rol como el Buda del Último Día de la Ley, que corporifica las tres virtudes ­–padres, maestro y soberano (las tres virtudes que manifiestan los budas).
“El verdadero objeto de devoción para observar la mente”, escrito el cuarto mes de 1273, explica el Gohonzon, el objeto de devoción que corporifica la Ley de Nam-myoho-renge-kyo, que posibilita que todas las personas del Último Día que le tengan fe alcancen la Budeidad. Por esta razón, es conocido como el escrito que revela el objeto de devoción en los términos de la Ley.
En el segundo mes de 1274, el Daishonin recibió un indulto de su exilio en Sado, y el decimotercer día del tercer mes retornó a Kamakura. El cuarto mes, se reunió nuevamente con Hei-no-Saemon y le advirtió fuertemente contra la utilización de oraciones basadas en enseñanzas budistas erróneas para evitar un ataque de los mongoles. En respuesta a las preguntas de Hei-no-Saemon, el Daishonin predijo que los mongoles con seguridad lanzarían una ataque al Japón en el transcurso de ese mismo año.
El décimo mes de 1274, una gran fuerza militar del Imperio Mongol realmente asaltó la sureña isla japonesa de Kyushu. La predicción de Nichiren Daishonin respecto a las dos calamidades –la lucha interna y la invasión extranjera– se había hecho realidad. En resumen, las tres ocasiones en las que el Daishonin amonestó a los gobernantes e hizo predicciones que posteriormente se hicieron realidad son conocidas como su “distinción tres veces merecida”. La primera fue su obra “Sobre establecer la enseñanza correcta para construir la paz sobre la tierra”; la segunda consistió de sus declaraciones en el momento de su arresto por Hei-no-Saemon y la resultante persecución de Tatsunokuchi; y la tercera comprendió las advertencias y predicciones hechas al gobierno luego de su indulto del exilio en Sado.

VI. Entrando a Minobu
Debido a que esta tercera amonestación, al igual que las dos anteriores, no fue escuchada, Nichiren Daishonin siguiendo una antigua costumbre2, abandonó Kamakura. Él escribió: “Ahora he amonestado tres veces a las autoridades con el único propósito de salvar de la ruina al Japón. Consciente de que alguien cuyas advertencias sean ignoradas tres veces debe retirarse a una montaña boscosa, yo abandoné Kamakura el duodécimo día del quinto mes” (“Carta a Konichi-bo, WND, 661).
De esta manera, él estableció su residencia en el bosque de la ladera de una montaña llamada Minobu, en la provincia de Kai (actual prefectura de Yamanashi), distrito de Hakiri. Ese distrito era gobernado por Hakiri (también pronunciado como Hakii) Sanenaga, a quien Nikko había convertido como seguidor del Daishonin.
El Daishonin llegó al hogar de Hakiri Sanenaga el decimoséptimo día del quinto mes de 1274. El decimoséptimo día del sexto mes, él se trasladó a una sencilla ermita del monte Minobu.
En Minobu, el Daishonin no se apartó del trabajo de su vida, ni se retiró. Por el contrario, produjo muchos escritos importantes tales como “La selección del tiempo” y “Sobre retribuir las deudas de gratitud”. En estas obras, él explicaba el significado de su Budismo en los términos de la historia humana, tal como era conocida. También disertó sobre el Sutra del Loto y otros temas, vertiendo sus energías en la forja de sucesores capaces que propagarían su enseñanza en el futuro.
Además, escribió muchas cartas a sus seguidores laicos individuales, alentándolos constantemente en la fe y sobre cómo enfrentar las duras realidades de la vida diaria.
Finalmente, Nichiren Daishonin transmitió las profundas doctrinas de su Budismo a su sucesor inmediato, Nikko, quien las dejó por escrito en la forma de notas que registró y compiló. Estas recopilaciones incluyen la obra titulada “El registro de las enseñanzas transmitidas oralmente” y las “Ciento seis comparaciones”. El undécimo día del décimo mes de 1282, dos días antes de su muerte, el Daishonin dio a Nikko su obra “Sobre el principio místico de la verdadera causa”.

VII. La persecución de Atsuhara y el establecimiento del Gohonzon
Luego de que Nichiren Daishonin ingresara al monte Minobu, Nikko emprendió la propagación de sus enseñanzas en el área de Fuji, provincia de Suruga (en la actualidad la prefectura de Shizuoka). Los sacerdotes y seguidores laicos de las escuelas Tendai y otras abandonaron sus creencias y abrazaron el Budismo del Daishonin. Como resultado, los templos Tendai establecidos en el área, tales como el Shijuku-in y el Jisso-ji, comenzaron a perseguir a los seguidores del Daishonin.
Un sacerdote laico llamado Gyochi, prior suplente interino del templo Ryusen-ji, en el distrito de Atsuhara, intimidó y acosó a los campesinos del área que seguían las enseñanzas del Daishonin. El vigesimoprimer día del noveno mes de 1279, veinte creyentes campesinos de Atsuhara fueron arrestados. En lo que se llegó a conocer como la persecución de Atsuhara, ellos fueron falsamente acusados de ingresar en las tierras de Gyochi y cosechar arroz ilegalmente. Fueron llevados a Kamakura e interrogados duramente en la residencia privada de Hei-no-Saemon, quien los amenazó e intimidó para que abandonasen su creencia en el Sutra del Loto.
Estos campesinos, sin embargo, continuaron manteniendo sus creencias. En sus acciones, el Daishonin sintió que la fe firme necesaria para proteger la enseñanza budista correcta contra grandes persecuciones, ahora estaba firmemente establecida entre los practicantes comunes.
En “Sobre las persecuciones acaecidas al sabio”, escrito el primer día del décimo mes de ese año, él declaró que había cumplido el propósito de su advenimiento en el mundo. Ya había propagado el Sutra del Loto –el deseo del Buda– y encontrado las persecuciones predichas en el sutra le acaecerían a su devoto. La frase “el propósito de su advenimiento” se refiere a la razón por la cual un Buda aparece en el mundo. El propósito del Daishonin, entonces, al nacer en el Último Día de la Ley, fue el de llevar a cabo su gran promesa de conducir a todas las personas hacia la Budeidad a lo largo de los 10.000 años de esa era.
El duodécimo día del décimo mes de 1279, en respuesta a la firme fe de personas comunes como la demostrada durante la persecución de Atsuhara, Nichiren Daishonin estableció el Dai-Gohonzon o gran objeto de devoción para “toda Jambudvipa”, o las personas del mundo entero. De acuerdo con su declaración de cumplir el propósito de su advenimiento, él inscribió el Dai-Gohonzon como una expresión y cristalización de su gran promesa y deseo de salvar a todos los seres humanos del sufrimiento a través de la amplia propagación de sus enseñanzas.
La fe profundamente enraizada de los creyentes campesinos de Atsuhara pronto afrontaría la prueba fundamental. Tres de los campesinos –Jinshiro, Yagoro y Yarokuro– fueron ejecutados y los diecisiete restantes fueron desterrados de Atsuhara (el decimoquinto día del décimo mes de ese año; o, de acuerdo con otra referencia, el octavo día del cuarto mes del año siguiente). Esta fue una evidente demostración del espíritu elucidado en el Sutra del Loto de “deseando sinceramente ver al Buda, sin dudar aunque ello les costara la vida” (LS16, 230); es decir, desear sacrificar hasta la vida por defender su fe budista.

VIII. Confiando las enseñanzas a Nikko; los días finales
El undécimo mes de 1281, un templo de alojamiento que medía aproximadamente sesenta pies cuadrados se completó en el monte Minobu y se le dio el nombre de Kuon-ji.
En el noveno mes de 1282, el Daishonin le transfirió a Nikko todas las enseñanzas que había expuesto, así como el Dai-Gohonzon, que él había establecido para beneficio de toda la humanidad. También le confió a Nikko la misión y responsabilidad de lograr la propagación amplia de la Ley Mística. El documento que registra esta transferencia es conocido como el “Documento de transferencia de Minobu” (también llamado “Documento para confiar la Ley que propagó Nichiren a lo largo de Su vida”).
En el octavo día del noveno mes, a sugerencia de sus seguidores, el Daishonin abandonó Minobu para ir a la provincia de Hitachi (que en la actualidad abarca la norteña prefectura de Ibaraki y la prefectura de Fukushima al sudeste) para tratarse una enfermedad en los baños termales que existen allí. Él había residido en Minobu por nueve años. En su camino a Hitachi, visitó a su seguidor laico Ikegami Munenaka en la provincia de Musashi y aclaró asuntos a ser observados después de su muerte.
En el vigesimoquinto día del noveno mes, a pesar de su grave enfermedad, Nichiren Daishonin dio su último sermón, disertando acerca de “Sobre establecer la enseñanza correcta para construir la paz sobre la tierra”. En el octavo día del décimo mes, él seleccionó a seis sacerdotes a los que designó como sus principales discípulos: Nissho, Nichiro, Nikko, Niko, Nitcho y Nichiji (listados en el orden de su conversión a sus enseñanzas). Ellos son conocidos como los seis sacerdotes principales, seleccionados para servir como figuras centrales entre los creyentes que estaban esparcidos ampliamente, y para ser responsables de las áreas que tenían conexión personal, religiosa o familiar. Sin embargo, el Daishonin no confió sus enseñanzas formalmente a esos seis sucesores.
Nikko superaba claramente a los otros sacerdotes principales en la fe, práctica y estudio del Budismo del Daishonin; sólo él acompañó al Daishonin durante los exilios tanto en Izu como en Sado, sirviendo siempre a su maestro. Además, Nikko superaba largamente a los demás en la práctica de la propagación, y en la forja de discípulos capaces para asumir la responsabilidad en el futuro. Sólo Nikko, entre los seis, consideraba y veneraba a Nichiren Daishonin como el Buda del Último Día de la Ley, y captó correctamente el profundo significado de su Budismo. Esto lo calificaba para ser la persona a quien se le confiara todo el conjunto de las enseñanzas del Daishonin.
El decimotercer día del décimo mes de 1282, en la finca de Ikegami Munenaka, en la provincia de Musashi, el Daishonin declaró nuevamente la transferencia de sus enseñanzas a Nikko, designando a Nikko para que sea el prior del templo Minobu-san Kuon-ji (que el Daishonin había fundado). El documento que registra esto es conocido como el “Documento de transferencia de Ikegami” (o “Documento para confiar Minobu-san”).
Después, ese mismo día, la venerable vida de Nichiren Daishonin terminó a la edad de sesenta y un años.

La vida de Nichiren Daishonin
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Febrero 16, 1222
Nace en Kominato, provincia de Awa.
Abril 28, 1253
Proclama la fundación de su Budismo en el templo Seicho-ji, a los 32 años de edad.
Julio 16, 1260
Entrega “Sobre establecer la enseñanza correcta para construir la paz sobre la tierra” a Hojo Tokiyori
(primera amonestación al gobierno).
Agosto 27, 1260
Es atacado en su morada en Matsubagayatsu por una banda de creyentes del Nembutsu (persecución de Matsubagayatsu).
Mayo 12, 1261
Es exiliado a la península de Izu.
Noviembre 11, 1264
Es atacado por el administrador Tojo Kagenobu. Recibe heridas en la frente y un brazo (persecución de Komatsubara).
Octubre, 1268
Impulsado por la amenaza de la invasión mongola, escribe once cartas a funcionarios gubernamentales y sacerdotes de alta jerarquía, apelando por debates religiosos públicos con otras escuelas budistas.
Setiembre 12, 1271
Es arrestado por Hei-no-Saemon y sus guerreros, y amonesta nuevamente a Hei-no-Saemon (segunda amonestación al gobierno). Es llevado a Tatsunokuchi para ser decapitado (persecución de Tatsunokuchi). En este momento se revela su verdadera identidad como el Buda verdadero del tiempo sin comienzo.
Octubre 10, 1271
Es exiliado a la isla de Sado (exilio en Sado).
Enero 16, 1272
En Sanmai-do, una cabaña de Tsukahara, Sado, debate con sacerdotes de otras sectas y refuta sus doctrinas (debate de Tsukahara).
Febrero, 1272
Escribe “La apertura de los ojos” aclarando el objeto de veneración en los términos de la Persona.
Abril, 1273
Escribe “El verdadero objeto de devoción” aclarando el objeto de devoción en los términos de la Ley.
Febrero, 1274
Es indultado del exilio en Sado.
Marzo 26, 1274
Retorna a Kamakura.
Abril, 1274
Amonesta fuertemente a Hei-no-Saemon (tercera amonestación al gobierno).
Mayo, 1274
Sale para el monte Minobu.
Octubre 12, 1279
Viendo a creyentes que defendían firmemente su fe durante la persecución de Atsuhara, siente que ha llegado el momento apropiado y establece el Dai-Gohonzon del alto santuario de la enseñanza esencial, cumpliendo así el propósito de su advenimiento en el mundo.
Octubre 13, 1282
Después de haber confiado la totalidad de sus enseñanzas a Nikko Shonin, muere a los 61 años en Ikegami, provincia de Musashi.

Estudio esencial
Las cuatro sentencias

En los escritos de Nichiren Daishonin, él declara que la causa de la miseria de la gente es su adherencia a enseñanzas erróneas. Su refutación a las cuatro principales escuelas del Budismo en esa época, se resume en lo que se conoce como “Las cuatro sentencias”.
En la serie de estudio “El mundo de los escritos de Nichiren Daishonin”, el presidente de la SGI Ikeda explica: “El Daishonin no se propuso, de ningún modo, atacar a los seguidores de determinadas escuelas budistas, ni tampoco expandir meramente su propia escuela religiosa. La esencia de la práctica del Daishonin yace en la lucha contra la naturaleza demoníaca del poder y de la autoridad, que propicia el desprecio y el maltrato del pueblo”
Las cuatro sentencias denuncian a cuatro de las escuelas budistas más influyentes en el Japón –la escuela Tierra Pura (Jodo, también escuela Nembutsu), la escuela Zen, la escuela Palabra Verdadera (Shingon) y la escuela Preceptos (Ritsu). Basado en su comprensión de la supremacía del Sutra del Loto y su percepción de la calumnia que cometen estas escuelas al negar o menospreciar ese sutra, el Daishonin rechazó sus doctrinas y declaró como sigue:
1) “El Nembutsu conduce al infierno de sufrimiento incesante”,
2) “El Zen es una invención de demonios celestiales”,
3) “Palabra Verdadera es una doctrina perniciosa que arruinará a la nación”, y
4) “La escuela Preceptos es una traidora nacional”.
Explicando el significado de las declaraciones, en la misma serie, el presidente Ikeda dice:
“Las cuatro sentencias fueron surgiendo a medida que el Daishonin luchaba contra las funciones negativas, para conducir al pueblo del Último Día de la Ley hacia la felicidad. Por eso, cristalizan su sabiduría y su amor protector. No son comentarios excluyentes ni fanáticos, sino críticas basadas en argumentos lógicos.
“Las cuatro sentencias, en esencia, expresan la sabiduría del Daishonin, quien identificó y desenmascaró rigurosamente el fanatismo de diversas escuelas religiosas de su época, y también la hipocresía de ocultar sus verdaderos móviles tras el manto de la autoridad clerical. No hace falta decir que, en la raíz de las cuatro sentencias, lo que palpita es el deseo humanitario y bondadoso de proteger al pueblo.
“En otras palabras, sostener las cuatro sentencias significa manifestar la sabiduría de denunciar las filosofías y religiones que obstruyen la felicidad del pueblo en cualquier época.
“Limitarse a repetir las cuatro sentencias tan sólo porque es algo que postuló el Daishonin, ignorando los sentimientos de la gente y los cambios de la época, es no tener en cuenta el espíritu del Buda original. En tal caso, quedan reducidas a un dogma. Este tipo de cosas es lo que da origen a los aspectos demoníacos de las religiones.
“Lo que cuenta es el ser humano, el corazón... Las cuatro sentencias manifiestan la firme convicción del Daishonin de lidiar resueltamente contra las funciones destructivas que confunden al pueblo. Es extremadamente superficial perder de vista este punto clave e interpretar las cuatro sentencias de manera dogmática o superficial, concluyendo que el Budismo del Daishonin es excluyente o intolerante.
“Las doctrinas de estas cuatro escuelas pueden resumirse de la siguiente manera:
1) salvación por medio del poder externo de un ser absoluto (Nembutsu);
2) logro de la iluminación sólo mediante la percepción directa de la propia mente, tomando esa iluminación personal e individual como el estado supremo (Zen);
3) obtención de beneficios en esta vida mediante medios ocultos (Palabra Verdadera); y
4) control externo de la vida, por medio de preceptos y mandamientos (Preceptos).
“La enseñanza perfectamente equilibrada no sucumbe a ninguno de estos extremos, sino que expone la fusión del poder interno y externo como el medio de transformar la vida del individuo y las circunstancias que lo rodean. Combinar el poder interno y externo significa descubrir dentro del yo una fuerza superior a la del yo”.
El presidente Ikeda señala luego que los cuatro arquetipos listados antes, vistos a la luz del poder que lo abarca todo del Budismo del Daishonin, pueden tomar una función positiva. Por ejemplo, con respecto a los arquetipos anteriores: 1) Si bien es poco lo que se gana con sólo observar un poder exterior imaginado para la salvación, como enseña la escuela de la Tierra Pura, existe un valor en apreciar correctamente la relación dinámica entre nuestra vida y nuestro medio ambiente exterior. Particularmente, cuando nuestra vida encuentra la naturaleza de Buda manifiesta en nuestro medio ambiente, nuestra naturaleza de Buda interior puede ser estimulada y logramos hacerla emerger. Es por esta razón que invocamos daimoku al Gohonzon, la manifestación concreta de la vida iluminada de Nichiren Daishonin, y buscamos que hacer emerger ese mismo estado de vida que es innato en nosotros. Al mismo tiempo, el presidente Ikeda señala que podemos tener la convicción de que, haciendo emerger nuestra propia naturaleza de Buda, obtenemos “la capacidad de abrazar a los enfermos y agobiados con el estado de vida de la Budeidad y de brindar una sensación de absoluta paz interior”
Respecto al segundo arquetipo: los maestros Zen negaban y menospreciaban los sutras, las enseñanzas del Buda mismo; en ese sentido, ellos veían sus propias mentes como superiores a las enseñanzas del Buda. Sin embargo, el Daishonin enfatizó la orientación hacia adentro del Budismo. Mediante la fe en la Ley Mística, despertamos a la realidad interior de que nuestra vida es la Ley misma, que la Budeidad es algo que abrimos desde adentro. Es por esto que el Gohonzon es considerado como el objeto de devoción para “observar la mente”, es decir, para observar y hacer emerger el estado de la Budeidad desde el interior. Este es el punto fundamental de los sutras, tal como lo cristaliza el Sutra del Loto, y Nichiren Daishonin lo manifestó en la realidad. Mientras que el Zen rechaza los sutras y enfoca enteramente la “mente”, el Budismo del Daishonin aclara y cristaliza el mensaje fundamental y la intención de los sutras: capacitar realmente a las personas comunes para que manifiesten la Budeidad desde el interior de sus vidas. Por esta razón, el presidente Ikeda dice que el valor de este arquetipo, cuando está basado en la Ley Mística, se compara a “la capacidad de creer y de realmente percibir que poseemos dentro de nosotros el poder de transformarnos y de cambiar”
Respecto al tercer arquetipo: La escuela Palabra Verdadera, que era la principal ramificación del Budismo esotérico o tántrico japonés, enfatizaba ritos secretos y fórmulas mágicas para afectar las consecuencias mundanas. Nichiren Daishonin señaló claramente que buscar ganancias mundanas a través de medios ocultos no era el espíritu del Budismo. De otro lado, él enfatizó la importancia de la “prueba real”, el poder de una enseñanza budista para capacitar a sus practicantes para que demuestren sus principios en el mundo real. El Budismo de Nichiren Daishonin, entonces, enfatiza el poder de la oración para infundirle sabiduría y fuerza vital a nuestra vida y, de esa manera, posibilitarnos el logro de cambios positivos en nuestras circunstancias. De esta manera, a través de la fe y la práctica en el Budismo del Daishonin, este arquetipo corresponde a “la capacidad de luchar valientemente contra nuestras circunstancias” .
Finalmente, en relación con el cuarto arquetipo: La práctica de preceptos en el Budismo, originalmente tenía la intención de inculcar disciplina y orden entre los monjes. La finalidad de los preceptos era infundir autocontrol y combatir los impulsos malvados. Eventualmente, sin embargo, las disciplinas y estilos de vida monásticos funcionaron para separar a los monjes de los creyentes comunes y alejarlos de los sufrimientos y preocupaciones de quienes viven en la sociedad. El Budismo orientado a los preceptos, de esta manera, perdió su poder para contribuir con la sociedad y mejorarla. Si bien Nichiren Daishonin refutó la práctica de los preceptos como un medio para alcanzar la iluminación, él enfatizó la importancia de la práctica diligente. El Budismo Mahayana enfatiza el dominio de los seis paramitas, o seis disciplinas para alcanzar la perfección, y Nichiren Daishonin dijo que los seis están contenidos dentro de la práctica de invocar Nam-myoho-renge-kyo. Uno de los seis paramitas es “preceptos”. En ese sentido, la invocación de Nam-myoho-renge-kyo, haciendo emerger la fuerza y la sabiduría desde el interior, nos capacita para dominar la autodisciplina que los preceptos alguna vez trataron de inculcarnos desde el exterior. Por consiguiente, dice el presidente Ikeda, el arquetipo de los preceptos, cuando está basado en la fe en la Ley Mística, representa “la capacidad de controlar los deseos mundanos y de eliminar el mal mediante nuestra sabiduría interior” .
“El significado moderno de las cuatro sentencias no se limita a la simple refutación de las escuelas budistas japonesas, sino que se halla en desarrollar plenamente el poder positivo de la vida humana. Esta es la Ley Mística de simultaneidad de causa y efecto inherente a la vida del hombre; tener fe en dicha Ley es crear valor en forma ilimitada.
“Cuando el Daishonin estableció y proclamó esta enseñanza perfecta, levantó el telón de una religión para toda la humanidad. Así, pues, reveló el camino eterno y fundamental que conduce a la iluminación de todo el género humano” .
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Notas.
1. Mes intercalar: un mes añadido al calendario lunar para hacer que concuerde con el calendario solar.
2. Del Confusian Book of Rites, que dice que un hombre sabio que no sea escuchado en tres ocasiones por el soberano debe retirarse a una montaña boscosa.

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