8.2.05

20 años de Encuentros: El ciudadano del mundo Daisaku Ikeda y Rusia

Memorias del Dr Yramdimor Ivanovich Tropin, Ex-Vice Canciller de la Universidad Estatal de Moscú.
Traducido por Saito, Eguchi y Michiguchi. Ushio Publ. Co., 3-1-3, Iidabashi, Chiyoda-ku, Tokyo 102 (1995)
Traducción: RDR

El Dr. Tropin, quien estuvo encargado de recibir al Sr. Ikeda en sus pasadas 6 visitas a la ex- URSS (y Rusia), en lo últimos 20 años, publicó su colección como "20 años de Encuentros: El ciudadano del mundo Daisaku Ikeda y Rusia (en Japonés). Un amigo mío me dio extractos de su libro (Richard). Ante todo, él vívidamente describe la ansiedad de recibir al Sr. Ikeda cuando visitó la ex-URSS por primera vez en 1974.



"era un incidente inusual para la URSS recibir cualquier grupo que no fuera comunista, más aún una organización religiosa, especialmente el Budismo, el cual tenía un carácter pagano para la Iglesia Ortodoxa Rusa! Esto se hizo posible parcialmente, porque los líderes comunistas comenzaron a sentir la necesidad de hacer algo para que la URSS no quedara fuera del mundo libre, y parcialmente porque Japón estaba incrementando la creación de una atmósfera anti-URSS. La clara actitud de la Soka Gakkai contra las armas nucleares, al igual que la resistencia de su fundador Nichiren, contra la autoridad del cruel gobierno Samurai, interesó a los líderes comunistas. Sin embargo, nadie estaba seguro acerca del resultado, y los miembros del comité de recepción sentían que ellos podían perder su trabajo si la visita fracasaba.

Estas ansiedades rápidamente desaparecieron, tan pronto como ellos conocieron al Sr. Ikeda, quien es, a diferencia de la mayoría de los japoneses que ellos ya conocían, honesto, abierto, entusiasta, enérgico y sincero. Cualquiera que conoce al Sr. Ikeda le respeta. Fue afortunado que dos grandes hombres, R. Hohlov, el Canciller de la Universidad de Moscú, y I. Kovarenko, quien estaba a cargo de la División Internacional del Partido, estuvieran en el comité de recepción. Ambos inmediatamente confiaron en el Sr. Ikeda y reconocieron la importancia de construir una mutua relación con la Soka Gakkai.

El comité ayudó al Sr Ikeda y su grupo, a asistir a tantas reuniones como fuera posible durante sus diez días de estadía, los cuales incluyeron la firma oficial de un intercambio educacional entre la Universidad de Moscú y la Universidad Soka, y una reunión entre el Sr. Ikeda y Sholoknov, el laureado premio Nóbel en literatura. Pero nadie esperaba que el Primer Ministro Kosygin, pudiera decidir reunirse con él. Incluso el Sr Tropin no sabía como esto sería posible, pero esto se hizo realidad el último día de su visita. Normalmente, tal reunión podría terminar en unos pocos minutos de saludos formales. Sin embargo, al comienzo, el Sr Ikeda dijo francamente a Kosygin que "todos los japoneses amaban la literatura Rusa, la música y el ballet, que ellos son parte integral de la moderna cultura japonesa. Desafortunadamente, sin embargo, los Japoneses no confían en el pueblo Ruso; los Japoneses no tienen cercanía y sentimientos de amistad hacia el pueblo Ruso; y algunos Japoneses incluso piensan que los Rusos son engañosos, desconfiados y pocos confiables. Bajo tales circunstancias, es imposible establecer relaciones políticas y económicas. La única forma de resolver el problema entre las dos naciones es ensanchar la comprensión acerca de la gente, mediante la promoción de intercambios culturales". Kosygin escuchó al Sr Ikeda cuidadosamente y luego dijo: "Estoy de acuerdo"

El Sr. Ikeda expresó sus honestos sentimientos de que el pueblo Japonés también tiene que conocer más acerca de Rusia y sus penurias durante la segunda guerra mundial. El Sr. Ikeda también le dijo a Kosygin cuán profundamente él estaba conmovido y triste durante su visita a Leningrado al conocer que medio millón de ciudadanos murieron de hambre durante el bloqueo de los 900 días por el ejercito nazi. Kosygin parecía estar absorbido en profundos pensamientos y finalmente respondió con sólo unas pocas palabras, " Sí...yo estuve allí en ese momento...” Todos los presentes vieron la profunda pena y tristeza en los ojos de Kosygin.

La reunión se prolongó por más de una hora- un raro evento en el Kremlin. Cuando el armamento pasó a ser objeto de diálogo, Kosygin dijo al Sr. Ikeda en forma seria, que la humanidad ya tiene almacenadas demasiadas cabezas nucleares, y no tenemos garantías de que todos podamos sobrevivir. En esa época, la URSS tenía un argumento ante la comunidad internacional, el cual era que el armamento nuclear de la URSS, es en sí mismo, la seguridad de la paz mundial. Contrariamente a lo que establecen las instancias políticas y diplomáticas, Kosygin, el líder de la URSS, negó completamente ese argumento y le dijo al Sr. Ikeda que ambos lados (la URSS y América) deberían escucharse uno al otro. La reunión cubrió variados tópicos; pasando de las relaciones internacionales entre URSS y América, China y Japón, el desarrollo de Siberia, la economía, la educación, el rol de las Naciones Unidas e incluso el precio del Vodka. Ambos acordaron que las personas beben alcohol de cualquier forma, y es imposible controlar los deseos del hombre por un poder autoritario.

El Sr. Tropin recuerda que una atmósfera de optimismo llenaba el salón hacia el final de este histórico encuentro. Cuando el Sr Ikeda preguntó a Kosygin si el creía que el siglo 21 podría convertirse en una era de victoria de la sabiduría humana, Kosygin respondió que el esperaba que esto sucediera estaba orando por la felicidad de las personas que vivirán en el tercer milenio. Debido a esta exitosa reunión, los líderes Rusos confiaron en el Sr. Ikeda y el Sr. Ikeda confió en Kosygin como un aliado para trabajar hacia la paz mundial y la abolición del armamento nuclear.

Durante los pasados 20 años, no solo el Sr. Ikeda, sino también cientos de jóvenes japoneses, miembros del intercambio amistoso han visitado la URSS varias veces, y muchos líderes de alto rango de la URSS han visitado la Soka Gakkai en Japón. Muchos artistas Rusos, incluyendo el Ballet Bolishoi, han actuado en Japón, lo que ha ayudado a ensanchar la comprensión mutua entre las dos naciones. El mismo Sr. Ikeda visitó Rusia 6 veces, cada vez reuniéndose con una variedad de personalidades, incluyendo varios comités de Paz, Comités de Mujeres, Académicos y estudiantes de Universidades, Comité Ejecutivo Ruso, Ministro de Educación, Ministro de Cultura, Academia Rusa de Ciencias, y oficinas municipales de Moscú y Leningrado. También visitó muchos centros culturales, incluyendo el Teatro Bolishoi, Teatro de los Niños de Moscú, Circos e instalaciones deportivas. El Sr Ikeda estuvo encantado visitando las escuelas básicas y reunirse con los niños.

Cuando la URSS invadió Afganistán en 1980, muchas naciones boicotearon los Juegos Olímpicos de Moscú, y una campaña anti-URSS se extendió por todo el mundo. El Sr. Ikeda, nuevamente, tuvo una firme creencia de que el tenía que visitar la URSS, porque las relaciones Rusia-Japón estaban peligrando. El, con 230 miembros del grupo de intercambio amistoso, visitó la URSS, patrocinando una exposición de muñecas japonesas y participando en las reuniones de intercambio Rusia-Japón. No sólo la Universidad Soka, sino Universidades Privadas han construido un programa de intercambio mutuo con la Universidad de Moscú. Sin embargo, ninguna de las Universidades Nacionales ha hecho programas similares porque el Ministerio Japonés de Educación no aprobó el desarrollo de tales relaciones con la URSS. La determinación y entusiasmo del Sr. Ikeda abrió una "Puerta" a la "Cortina de Hierro".
El autor, como profesor de historia, testificó que cualquier líder de la URSS, que se reunió con el Sr. Ikeda, firmemente creyó que él no es sólo un pacifista, sino también un hombre de acción, que lucha por la paz con una convicción por la victoria de la sabiduría de la humanidad. En cada visita, el Sr. Ikeda era invitado a hablar con el Primer Ministro de ese momento. El Sr. Ikeda siempre enfatizó la necesidad de la paz mundial y sugirió que las tensiones entre URSS y América podrían ser resueltas cuando los máximos líderes de ambos países se reunieran y conversaran. (Esto construyó una corriente fundamental sobre la cual se realizó en 1985 el encuentro Gorbachov-Regan). En 1987 la exposición de la SGI contra el armamento nuclear, la cual había estado presentándose alrededor del mundo (ONU en Nueva York, Genova, Viena, Paris, Estocolmo, Nueva Delhi, Beijing y otras ciudades) fue presentada en Moscú. En 1991, otra exposición denominada Guerra y Paz, también se inauguró en Moscú. (Ambas ayudaron a formar las opiniones públicas anti-nucleares, y eventualmente a cosechar frutos como la reducción de cabezas nucleares en Rusia y América, acordadas entre Gorbachov y Bush en 1989 y 1990)

El libro de Tropin describe claramente cómo la determinación de un solo individuo y sus acciones basadas en la amistad, la confianza y la sinceridad, podrían vencer todas las probabilidades, y cambiar una situación imposible en posible, y traer la paz al mundo. Tropin acentuó, repetidas veces," el Sr. Ikeda no puede ser comparado a cualquier otro contemporáneo en términos de su carácter, de la influencia y la gama y alcance de su acción, y que nosotros no podemos evaluar sinceramente a un hombre tan grande como el Sr. Ikeda; sólo la historia puede. No obstante, el Sr. Ikeda es siempre sincero y común. R. Huyghe (presidente de la Academia Francesa de Bellas Artes) dijo que él es atraído por su sinceridad, por la buena voluntad, y por la manera en que él piensa. H. Meyer, el presidente de la Asociación de Arte de Austria dijo que es raro encontrar un carácter tan magnífico en la vida, y que su más grande fortuna es ser capaz de encontrar al Sr. Daisaku Ikeda, un gran poeta y filósofo.

El Dr. Tropin escribió, "Al concluir este libro, yo quisiera llamar una vez más, al Sr. Ikeda, el Presidente de la SGI, desde el fondo de mi corazón, como 'SENSEI' ("mentor" o el "maestro" en el japonés). Cada vez que 'SENSEI' se encuentra con las personas, él teje hermosamente un precioso hilo llamado 'amistad.' Cada encuentro con SENSEI, en Moscú y en Japón, se grabó claramente en mi memoria con un brillo de inteligencia. Cuándo miro atrás en mi vida, y me acuerdo de estos incidentes, yo veo brillando especialmente 'el hilo' hecho en la tela de mi vida. Ese hilo no es otra cosa sino Daisaku Ikeda. Para mí, él es el punto principal de encuentro del Japón y los japoneses, y lo más importante, es la fuente de la confianza, la amistad y el amor para el ser humano."

Por lo tanto, nos dimos cuenta de que el secreto del éxito del Sr. Ikeda en Rusia fue su carácter y su conducta como ser humano. Aquellos que se encontraron con el Sr. Ikeda se sintieron atraídos por él, y le escucharon. Veinte años de paciente y sinceros diálogos con cada primer Ministro y altos líderes de Rusia, y su pasión por la paz del mundo basada en el humanismo, gradualmente los influyó. El Sr. Ikeda no sólo abrió una puerta en la "Cortina de Hierro" sino que ayudó también detrás de la escena a crear una etapa para la democratización de Rusia. Es decir, la filosofía del Sr. Ikeda y su acción ayudaron a terminar con "la Guerra Fría."