30.1.05

Venza exactamente donde usted se encuentre en este momento

SABIDURIA PARA LA REVOLUCION FAMILIAR
Publicado en el Puente de Paz Nº 417 junio 2004.
Por más que el suelo sea cubierto por piedras, los brotes comienzan a salir vigorosamente por entre ellas cuando son iluminados por el sol de la primavera. Aun cubiertos por la neblina, los árboles expanden sus ramas que se llenan de nuevos brotes y sus hojas exhalan una dulce fragancia por el aire. Tolstoi, el célebre escritor ruso, exaltó esta fuerza vital de la primavera. Su obra prima, Resurrección, publicada hace cien años, inicia con un himno a la primavera.

En la vida de cada uno, esa estación marca una nueva partida como el ingreso en la escuela o en una empresa, la transferencia para nuevos puestos en el trabajo o aun como mudarse de casa. Cualquier persona resiente cuando se muda de ambiente. Puede haber una gran distancia entre la realidad y nuestras expectativas. Naturalmente surgirán también problemas de relaciones humanas.

Es imposible medir la ilimitada fuerza de vivir que una palabra, que sale del fondo del corazón, pueda proporcionar. Aunque nadie lo aliente, aliéntese usted mismo. En la oportunidad que tuve de dialogar con el Dr. Serigman, famoso psicólogo norteamericano, me dijo en forma clara: «Una vida optimista no necesariamente es una vida de diversión, satisfacción y opulencia. Optimismo es esperanza. Ser optimista es tener la convicción de que puede transformar todo tipo de situaciones por medio de acciones independientemente de los fracasos y de las experiencias arduas por las que ha pasado» .

El budismo expone que el cambio, «no es tan simple como salir de un lugar y llegar a otro». El «paraíso» no se encuentra en un lugar distante, se encuentra donde usted está, en este momento, porque allí es la propia tierra del Buda. «Yo sobreviviré cueste lo que cueste, aquí en este lugar. Es aquí que decidida- mente me quedaré, y aquí echaré raíces». Nadie es capaz de competir con una persona llena de esta clase de determinación, aunque intente disuadirla con maldades. Es exacta- mente donde usted está que se encuentran las flores más fragantes de la felicidad, exhibiendo todo su esplendor!

Para las mujeres que trabajan fuera de casa
«¿Qué diferencia puede haber entre hombres y mujeres cuando trabajan de acuerdo con las leyes de la sociedad?». Este es un fragmento del diario de la escritora Itiyo Higuti (1872- 1896) pionera de las mujeres trabajadoras de la era Meiji (1868-1912).
La sociedad obsoleta de los hombres carece de espíritu y de humanismo. En ella impera el interés y la ambición personal.

Basada en una gran filosofía, Itiyo Higuti intentó encontrar una solución para ese conflicto. Ya pasaron 30 años desde que dialogué con el siempre recordado Conde Richard Coudenhove-Kalergi, que abrió imponentemente el camino para la creación de la actual Unión Europea. Su madre, una ciudadana japonesa, e Itiyo Higuti fueron contemporáneas. Aun después del fallecimiento de su marido y viviendo lejos de su tierra natal, ella no escatimó esfuerzos y trabajó en beneficio de las personas al mismo tiempo que cuidaba de la educación de sus siete hijos.

El hecho de tener una madre como ésa motivó al conde Coudenhove- Kalergi a iniciar su movimiento humanístico. Él pronunció las siguientes palabras: «Cuanto mayores sean las oportunidades concedidas a las mujeres, más pacífico se tomará el mundo». En la famosa Universidad Nacional Federico Villarreal en Perú, que me concedió recientemente el título de Doctor Honoris Causa, aproximadamente el 60% de sus alumnos son mujeres. En la ocasión de la entrega del título, dos mujeres viajaron a Japón en representación del rector de la universidad: la directora de la Facultad de Economía, Dra. Trancon y la directora de la Facultad de Ingeniería de Industrias e Informática, Dra. Alzadora. Ellas están entre las seis directoras de facultades que lideraron la construcción de la universidad. Supe que tras bastidores de ese emprendimiento hubo esfuerzos heroicos de todas ellas.

A propósito la Dra. Trancon estaba radiante en el momento en que expresó su gratitud hacia su madre: «Mi madre es una ama de casa. Creo que este es el trabajo más arduo que existe».
«Si las personas emprendiesen continuos e incansables esfuerzos, así como la tierra gira alrededor de su propio eje, ellas se tomarían cada vez más saludables y su espíritu se elevará aún más». Esta es la convicción de la «Madre del Arte de Hong Kong», Fang Zhaoling, que cumplió 85 años de edad.

Oro sinceramente por ustedes mujeres que trabajan fuera, que son la fuerza motriz y la gran esperanza del nuevo siglo. Cuídense bien para no acumular la fatiga y avancen hoy también rumbo a la felicidad eterna.Mirando hacia el nuevo siglo de la «Ciencia económica del amor»
En la facultad femenina Soka de la cual soy su fundador, la estatua de la gran científica, Marie Curie, ganadora de dos premios Nóbel, observa el día a día de los jóvenes estudiantes.

La primera cosa que Marie compró al casarse fue un cuaderno para anotar el presupuesto familiar, para mantener el control de las finanzas con el modesto salario que tenía la familia. Marie compraba los alimentos muy temprano en el mercado local antes de irse para la facultad. Ella era quien cocinaba a pesar de no estar acostumbrada. En la noche anotaba minuciosamente en el cuaderno todos los gastos del día. Eso se tomó en una de sus tareas diarias junto con sus experiencias científicas.

Se puede decir que ese cuaderno de los gastos diarios de la familia, era un registro diario de sus experimentos de la vida diaria y se convirtió en la fuente de sabiduría para establecer un camino seguro rumbo a la victoria.
Mi maestro el presidente Toda acostumbraba a orientar con severidad: «Un hogar sin disciplina y sin control de las finanzas es infeliz, jamás prosperará. Una familia que se preocupa con la estabilidad económica valoriza la vida y puede disfrutar de la seguridad y de la salud. Por esta razón es importante controlar minuciosamente los gastos diarios en un cuaderno».

La sabiduría para la revolución financiera familiar surge de ese esfuerzo compenetrado. Evitar gastos innecesarios, manosear aparatos y utensilios con cuidado, tratar de economizar agua y luz, la suma de pequeños cuidados como esos tendrán grandes resultados con el tiempo.» En realidad, toda ciencia económica se inicia dentro de nuestra «bolsa de compras», esa es la filosofía de la futuróloga norteamericana Hazel Henderson, con quien me reuní recientemente.

Como la madre de la Dra. Henderson impulsó grandes olas, integrando movimientos civiles y promoviendo intensos diálogos en pequeños grupos. Los quehaceres domésticos, la educación de los hijos y aun el trabajo voluntario en beneficio de la sociedad realizado por mujeres son para ella la «ciencia económica del amor» y le atribuye a esas acciones, la mayor importancia.
En la literatura budista hay una historia titulada «La mujer pobre y su lámpara». Cuenta la historia que una llama de la lámpara, un ofrecimiento de luz hecho con toda sinceridad por una mujer anciana y humilde, no se apagó pese a los fuertes vientos e iluminó al mundo con mucho mas intensidad que las innumerables lámparas del rey que se vanagloriaba de su poder y de su fortuna.El siglo XXI es el siglo en que la llama ardiente del corazón de las mujeres vencerá y reemplazará a todo.

Tópicos de discursos del Presidente de la SGI, Daisaku Ikeda

Hombres y mujeres: de la oposición a la armonía
Es un hecho que las imágenes de «masculinidad» y «feminidad» que tenemos en nuestro conciente fueron profundamente influenciadas por las tradiciones culturales desarrolladas durante largos períodos de tiempo. Y las in- fluencias de esas tradiciones están completamente impregnadas en todos los aspectos del ethos social, inclusive en el lenguaje, la religión, en los sistemas de organización, en la educación y en la intelectualidad. Por lo tanto me parece que lo que importa no es establecer un modelo particular de comportamiento para hombres y mujeres, sino que las personas hagan en primer lugar te- naces esfuerzos para vivir como seres humanos decentes, y permitir a los otros que hagan lo mismo. Lo importante es que tanto los hombres como las mujeres se tomen felices como seres humanos. El objetivo es que sean felices, todo lo demás es apenas un medio.

Desde el punto de vista de la eternidad de la vida, las situaciones entre masculino y femenino no existen. Se puede nacer como hombre o como mujer en otra existencia. Además, todas las personas tienen el lado masculino como el femenino. La cuestión es que debemos aprender a equilibrar esos dos lados. Eso es una cuestión muy importante para poder ser un individuo maduro y realizado. En otras palabras si un hombre poseyera solamente características masculinas sería una persona grotesca. Para que tengamos buenas relaciones es necesario que desarrollemos nuestras características femeninas, por ejemplo: necesitamos cultivar la sensibilidad y la sinceridad para comprender los sentimientos de otras personas. Igualmente no basta que una mujer tenga solamente características femeninas porque, entonces, no podría realizarse en la vida. (lbidem).

El marido no es el centro de la relación, ni lo es la esposa. No es una cuestión de quién es el líder o de quién debe sacrificarse por el éxito y la felicidad del otro. Así como una canción es la unión de la letra y la música, el marido y la mujer son individuos iguales que al mismo tiempo ejecutan en conjunto una sola melodía de la vida. Lo importante, creo yo es como esas vidas pueden crear juntas una bella canción.
(La Gran Corriente por la Paz, volumen 2, páginas 234-235.)

Las mujeres y la paz:
En la historia de la humanidad, son las mujeres las que más sufren en la medida en que la sociedad es herida por la guerra, violencia, opresión, abuso de los derechos humanos, enfermedades y hambre.
Con relación a eso es la mujer quien persevera para transformar
la sociedad en dirección del bien de la esperanza y de la paz. La mujer posee la llave para abrir un futuro lleno de esperanza, como Mahatma Gandhi muy bien enfatizó: «Si por la fuerza queremos decir fuerza bruta, entonces realmente, la mujer es menos bruta que el hombre. Si por fuerza queremos decir fuerza moral, entonces la mujer es inmensurable- mente superior al hombre... Si la no violencia es una ley de nuestro ser, entonces el futuro depende de la mujer.

A medida que desarrollamos nuestro respeto por la dignidad humana con nuestro comportamiento diario y hacemos serios esfuerzos rumbo al diálogo, las bases para una cultura de paz serán enraizadas y fortalecidas, permitiendo que una nueva civilización global florezca. Con las mujeres abriendo camino, cuando cada persona esté conciente y comprometida, seremos capaces de evitar que la sociedad reincida en una cultura de guerra, generando y alimentando la energía rumbo a la creación de un siglo de paz.
Las mujeres claman sinceramente por la paz y la felicidad para protegerse del sufrimiento profundo. Las mujeres odian la guerra Son las verdaderas defensoras de la paz. Para ellas, la guerra significa la perdida de todo, lo que consideran como lo que «ellas quieren».

Nada es más fuerte que el grito de una mujer en nombre de la verdad. Aun el grito de una sola mujer puede conmover al mundo e influenciar al pueblo. No exagero al decir que «la historia es creada por las mujeres».
Si el grito de justicia de una mujer fuese oído, estoy seguro de que millares de personas se unirían a su gran causa. Ese movimiento lleno de coraje y pasión conquistará glorias y grandiosos resultados.
El corazón de una mujer que ama la paz es fuerte. El puede cambiar la sociedad y transformar la historia. Los líderes deben siempre respetar lo que las mujeres tienen que decir.
(Revolución Familia!; páginas. 202-203.)

La familia:
Las mujeres iluminan el hogar. Una mujer sólo tiene que decir «mientras que yo esté presente, cualquier problema será resuelto». Si nosotras nos tornamos como el «sol», no habrá oscuridad en el mundo. Si hubiera tan solo una persona en casa que sea como el sol, toda la familia será iluminada.

El trabajo:
Muchas mujeres trabajan fuera de casa y en muchos casos, son fuertemente presionadas por el tiempo. Pero esa presión de las actividades también les proporciona una oportunidad para hacer grandes cambios en sus vidas. Cuando estamos en actividades, nuestra mente y nuestro cuerpo se mantienen en forma. Si realizamos el doble de lo acostumbrado, podemos disfrutar del doble de satisfacción en la vida. Si producimos tres veces más, sentiremos el triple de satisfacción. En sus papeles de esposa, madre, nuera, trabajadora y miembros de la comunidad y también como personas de fe, los días de los miembros de la División de Damas pueden ser tan atareados al punto de dejarlas exhaustas. Pero si deciden usar esas ocupaciones para el auto-perfeccionamiento, todo eso será transformado en satisfacción, desarrollo, beneficios y méritos. Su marido y sus hijos con seguridad, verán su trabajo arduo como un motivo para sentirse orgullos de ustedes.
(La gran Corriente por la Paz, volumen 2, página. 235.)

Una mente creativa:
Existen muchos relatos de personas que dieron un nuevo rumbo a su vida usando su potencial creativo. Su trayectoria muchas veces es tan extraordinaria que esta cualidad es vista como algo poco común: la historia de personas especiales realizando algo notable.
Sin embargo, la creatividad no es un don, una aptitud de algunos felices afortunados. Por el contrario, es una cualidad inherente al ser humano y puede ser desarrollada por cualquier individuo. Observando la vida de personas creativas, se puede percibir que la creatividad es el resultado esencialmente de una posición de vida. Ella se manifiesta en un momento decisivo en que se experimenta una gran presión posibilitando el cambio de una circunstancia negativa en algo positivo. En resumen, la creatividad es lo opuesto a la ociosidad y a la apatía.

El presidente Ikeda observa que cuando el ser humano enfrenta con coraje los sufrimientos de la vida, que le atormentan su cerebro en busca de una solución para determinada cuestión, un nuevo camino se abre, haciendo emerger la creatividad de su vida. O sea, la diferencia está en el modo de encarar las dificultades, haciendo de ellas un trampolín para un nuevo avance, conforme un texto budista afirma: «Considere las dificultades como la verdadera paz y tranquilidad».
(Gosho Zenshu, página. 750.)

La creatividad ha sido cada vez más valorizada en todos los campos de la sociedad y en un número creciente de cursos y libros han enfocado su importancia y técnicas En su libro «¿Qué es el pensamiento Creativo?», Catherine Patrick describe las fases de los procesos creativos en cuatro etapas que son en la mayoría de los casos, imperceptibles para las personas.

La primera etapa es la de la preparación, cuando se busca interactuar con determinado problema juntando la mayor cantidad posible de información. Por eso es importante leer, anotar, discutir, coleccionar, consultar, diseñar, cultivar la concentración en determinado asunto.

La segunda etapa es la incubación, cuando el inconsciente entra en acción e impedido por el intelecto elabora las inesperadas conexiones que constituyen la esencia de la creación.

La tercera etapa es la iluminación que trae al conciente una solución originada de las innumerables asociaciones de ideas generadas en el subconsciente y finalmente la cuarta etapa es la verificación en que el intelecto tennina la obra que la imaginación inició. El creador analiza, juzga y prueba su idea para evaluar si es adecuada o no.

El teólogo y profesor de la Universidad de Harvard, Harvey G. Cox, junto con un físico nuclear, un poeta, un psicólogo y un pianista de jazz, discutieron sobre el tema de la creatividad y concluyeron que son necesarios los siguientes ingredientes para desarrollarla: adquirir autodisciplina, ser una persona de mente abierta y ansiosa de aprender con cualquier situación particularmente en situaciones difíciles, y encontrar un maestro que conduzca a la persona rumbo a las grandes conquistas. En otras palabras, por medio del intercambio de vida a vida entre el maestro y el discípulo, es que se desarrolla la creatividad.

El deseo del presidente Ikeda de corresponder a su maestro Josei Toda y de alentar a sus compañeros, le posibilitó desarrollar su potencial creativo. Él enseña que mientras una persona mantenga ese espíritu vivo de corresponder al maestro y jamás ser derrotado su creatividad se manifestará ilimitada- mente en cualquier momento de la vida.

29.1.05

El sitio web del Komeito (en inglés)

Si dominas el idiom inglés, eres miembro o amigo de SGI, y te pica la curiosidad por conocer que es como funciona el partido japonés Komeito, donde militan, entre otros, muchos miembros de Soka Gakkai, revisa este link. (Nota: página en japonés e inglés)

Los tres carros y la casa en llamas (Una Parábola)

Parábolas y cuentos budistas
Tomado de Editorial Seikyo Argentina Marzo 2001

A continuación, presentamos la historia de “los tres carros y la casa en llamas”, que figura en el capítulo “Parábolas y semejanzas” (“Hiyu”, tercero) del Sutra del Loto. Esta es la primera de las siete parábolas que aparecen en ese sutra; las demás son la del hombre rico y su hijo pobre, que está en el capítulo “Creencia y comprensión” (“Shinge”, cuarto); la de las tres clases de hierbas medicinales y las dos clases de árboles, contenida en el capítulo “La parábola de las hierbas medicinales” (“Yakusoyu”, quinto); la de la ciudad fantasma y la tierra de los tesoros, del capítulo homónimo (“Kejoyu”, séptimo); la parábola de la joya en la túnica, del capítulo “La profecía de iluminación a los quinientos discípulos” (“Gohyaku Deshi Juki”, octavo); la de la joya preciosa en el rodete, del capítulo “Prácticas pacíficas” (“Anrakugyo”, decimocuarto), y, por último, la parábola del hábil médico y sus hijos enfermos, del capítulo “Duración de la vida” (“Juryo”, decimosexto).


Las parábolas desempeñan un papel muy importante dentro del Sutra del Loto, pues Shakyamuni las utiliza para predicar la Ley y hacer que todos los seres vivientes puedan abrir su camino hacia la iluminación. La profunda misericordia del Buda es, entonces, la fuente de donde surgen estas lúcidas metáforas. Nichiren Daishonin señala: “La ‘gran misericordia’ [del Buda] es como el amor abnegado que siente una madre por su hijo”. Este “amor maternal” se ve claramente representado en tres de las siete parábolas principales —la de los tres carros y la casa en llamas, la del hombre rico y su hijo pobre, y la del médico excelente y sus hijos enfermos—, a través de las cuales el Buda describe cómo un padre salva a sus hijos del sufrimiento.

Hoy veremos una de ellas:

En una aldea de la antigua India vivía un hombre de considerable riqueza. Poseía una gran mansión, aunque muy venida a menos y deteriorada. Cierto día, inesperadamente, se produjo un incendio en la casa, y el edificio entero quedó envuelto en llamas. Los numerosos hijos de este hombre se hallaban dentro del edificio pero, absortos en sus juegos, no se dieron cuenta del desastre que los rodeaba. Las llamas hicieron que salieran de sus escondrijos insectos ponzoñosos, serpientes, ratas, zorros, lobos, duendes, hados y espíritus malignos. Estupefacto, el padre se preguntó: “¿Puedo ponerme a salvo cuando mis niños están a merced del fuego?”. Decidido, se lanzó a la carrera para salvar a sus hijos, al tiempo que los exhortaba a que salieran de inmediato.Pero los pequeños, capturados por el éxtasis del juego, no comprendían que la casa se estaba incendiando. No sabían, tampoco, qué significaba el peligro de morir carbonizados. Por lo tanto, ignoraron las palabras de su padre.

Desesperado, el hombre ideó un plan. Les dijo a los niños que afuera había tres carros que esperaban por ellos, tal como siempre los habían soñado: uno, tirado por un carnero; otro, tirado por ciervos, y el último, tirado por bueyes. El hombre rogó a sus hijos que abandonaran la casa y escogieran el carro que más les gustara. Al oír semejante propuesta, los niños se abalanzaron hacia la puerta en busca de esos carros de ensueño. Y, de ese modo, se libraron del peligro de las llamas, justo cuando estaban a punto de morir. Cuando los hijos reclamaron a su padre los tres carros, este no les entregó vehículos tirados por bueyes, carneros o ciervos. En cambio, les otorgó a cada uno “un gran carruaje de calidad y tamaño uniforme”, tachonado de joyas y brillantes, tirado por un buey blanco.

Como este hombre poseía muchísimos tesoros en sus bóvedas y depósitos, aprovechó la oportunidad para adornar los carruajes con oro, plata, lapislázuli, ágata y demás piedras preciosas, antes de uncir a ellos los bueyes blancos. Hizo poner “rieles y barandas en derredor de cada coche / y, en cada lado, profusión de campanillas. / De oro trenzado, cordones y pasamanería, / y redecillas de perlas / extendidas coronando los techos”. Los bueyes blancos que estaban uncidos a los carruajes eran animales soberbios, de cuero puro y lustroso. Su andar majestuoso tiraba de cada coche con suavidad y elegancia. Y, lanzados a la carrera, eran más veloces que el viento. Cuando los hijos subieron a los vehículos, pudieron disfrutar de un viaje encantador. El Sutra del Loto dice: “No hay seguridad en los tres mundos; son como una casa en llamas”. La imagen de la morada envuelta en fuego es una metáfora para describir el mundo en que vivimos, rodeado por las llamas del sufrimiento.

Esta parábola logra imprimir en nuestra mente la imagen vívida del peligro que corre una vida cuando se entrega ciegamente al placer. El hombre rico representa al Buda, y los hijos que juegan en la casa son todos los seres vivientes, incapaces de reconocer que se encuentran en un mundo lleno de pesares, expuestos a ser devorados por las llamas del sufrimiento. Los tres carros que el padre había prometido representan los llamados “tres vehículos”: el que está tirado por carneros simboliza el camino de los discípulos que escuchan la voz (Aprendizaje); el carro uncido a los ciervos, el camino de los pratyekabuddhas (Comprensión Intuitiva); y el que es tirado por bueyes, el de los bodhisattvas. Pero el gran carruaje uncido a un buey blanco que el padre le dio a cada hijo es la representación del estado de Buda, el “vehículo único”. En otras palabras, significa la enseñanza mediante la cual uno puede manifestar la Budeidad.

De igual manera, al decir que el carruaje podía surcar libremente los caminos más traicioneros, está señalando que el estado de Budeidad no sabe de restricciones. La forma en que el padre capta la atención de sus hijos es una metáfora de la manera en que el Buda enseñó los tres vehículos, configurando su doctrina para que la gente pudiera comprenderla, de acuerdo con la capacidad subjetiva de cada uno. El hecho de que, al final, el padre les haya dado a sus hijos un gran carruaje tirado por un buey blanco nos dice que la verdadera enseñanza del Buda no son los tres vehículos, sino el vehículo único de la Budeidad. Cuando el padre ofrece a los niños los tres carruajes para instarlos a salir de la casa en llamas, está ejerciendo su facultad de aliviar el sufrimiento. Cuando les obsequia con los sublimes carruajes tirados por bueyes blancos, está ejerciendo su poder de brindar alegría. El gran carruaje también marca un claro contraste con la casa envuelta en llamaradas. Los seres vivientes, sumergidos en la ignorancia, no reconocen que la casa en que habitan está incendiándose. Del mismo modo, tampoco reconocen que su propia vida posee el estado de Buda. A través de las parábolas, el Buda busca que los seres humanos tomen conciencia de la naturaleza espléndida y magnífica que poseen en su interior.

El Conde de Montecristo: la lucha eterna entre el bien y el mal

Tomado de Argentina Seikyo 15 de Marzo de 2003
(Extraído del ensayo publicado el 24 de julio de 2002 en el Seikyo Shimbun, el periódico de la Soka Gakkai.)
Enviado por Pablo Roca a Gente Soka mailing list


La superación de los desafíos que nos impone la vida muchas veces se asemeja a una novela épica. “Jamás darse por vencido”, “educarse con las adversidades”: tales son las reflexiones a las que llegó Daisaku Ikeda al analizar la célebre obra del famoso escritor francés, Alejandro Dumas.

El pasado 24 de julio de 2002 se cumplió el bicentenario del nacimiento del destacado escritor francés Alejandro Dumas (1802-1870), el célebre autor de Los Tres Mosqueteros. El 26 de febrero del mismo año, había nacido Víctor Hugo (1802-1885). Con tan solo cinco meses de diferencia, Francia vio venir al mundo a dos colosos de la literatura. Se dice que cuando a Dumas le preguntaron quien desearía ser, si no fuera él, su respuesta fue: “Víctor Hugo”. Los unía un fuerte lazo de amistad. Para festejar estos aniversarios históricos, se llevó a cabo la exhibición “Alejandro Dumas y Víctor Hugo” en el Centro Literario Víctor Hugo, perteneciente a la SGI de Francia, en las afueras de París. Cuando era joven, leía con avidez las obras de estos dos gigantes. Guardo un recuerdo especial de El Conde de Montecristo, que estudiábamos con mi mentor, el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda.

Un joven que enfrenta la adversidad se fortalece El Conde de Montecristo transcurre en Francia, en 1815, durante la tumultuosa época en que Napoleón retorna al poder para iniciar el Gobierno de los Cien Días. Su protagonista, Edmundo Dantés, es un joven marinero, honesto y confiado. Por su destreza en el arte de la navegación, nadie duda de que él será el próximo capitán; también tiene una bella prometida con quien planea casarse. Sin embargo, cuando este joven de apenas 19 años está a punto de zarpar hacia un futuro colmado de felicidad, repentinamente, es arrestado y puesto en prisión; el cargo es ser agente bonapartista. Ha sido traicionado por colegas envidiosos y atrapado en las redes de un complot urdido por el sustituto del procurador del rey, que lo veía como una amenaza para su futuro. El señor Toda enfatizaba: “Lo que hizo Dumas fue lanzar al joven protagonista dentro del torbellino inclemente de la vida, le hizo experimentar una situación que lo puso al filo de la muerte. Uno adquiere una verdadera fortaleza, física y psíquica, sólo cuando ha tenido que sufrir las afrentas más insoportables. Un joven que tiene grandes aspiraciones no puede ser indolente ni debe buscar un camino fácil para llegar. De hecho ‘no hay mejor educador que las adversidades’”. El señor Toda era, en verdad, un maestro; usaba cada oportunidad que se presentaba para forjar y entrenar severamente a la juventud. Para Dumas, Dantés era el ejemplo de que una persona puede adquirir vigor y grandeza enfrentando las desventuras, ya que ésa es la única manera de convertir en prosperidad las vicisitudes y dificultades de la existencia.

“Quiero vivir, quiero luchar hasta el fin” La vida del protagonista pasa del paraíso al infierno, de la proyectada felicidad a la cárcel del Castillo de If, por un crimen que no ha cometido. Recuerdo que, durante mi viaje a Europa, avisté desde la costa de Marsella, al sur de Francia, aquella pequeña isla-prisión que flota sobre las aguas azules del mar. Pero Dantés surge del abismo de su desesperación cuando conoce al abate Faria, un sacerdote anciano que ocupa la celda contigua. Con el tiempo, ambos establecen una estrecha relación; el anciano se convierte en una especie de padre y mentor que le transmite al joven los más diversos conocimientos. Un día, el clérigo cae enfermo y, antes de morir, le revela el secreto de un fabuloso tesoro escondido en la Isla de Montecristo. Dantés, sumido en el dolor, permanece impertérrito. Nuevamente decide hacer frente a su infortunio e inicia una resuelta contienda en busca de otros desafíos. No da marcha atrás para hundirse en la oscuridad de la desesperanza. Por el contrario, declara con vehemencia: “[...] Quiero vivir, quiero luchar hasta el fin”. La idea de vengarse de los villanos que lo habían conducido al presidio no lo había abandonado, continuaba ardiendo dentro de él. Pensaba en los preciados amigos a quienes tanto les debía, y esperaba saldar, algún día, su deuda de gratitud. El agradecimiento a las personas virtuosas es el paso que conduce hacia la integridad y la buena fe para llevar una vida verdaderamente digna como ser humano. El joven prisionero ocupa el lugar de su maestro dentro de la bolsa que será arrojada al mar y consigue fugarse del Castillo de If.

Un paladín indómito de la fe El 8 de enero de 1945, Josei Toda, se enteró de la muerte del primer presidente de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi (de quien era su inseparable discípulo), y lloró sin pudor en la fría celda en la que estaba detenido. Totalmente solo, temblando de indignación y amargura, se comprometió: “¡Ya van a ver! ¡Yo me encargaré de demostrar que el señor Makiguchi tenía razón! Manifestaré mi profunda gratitud hacia mi mentor logrando algo grandioso. Si debo adoptar un seudónimo será ‘paladín indómito’ (Gankutsu-o)”. Dantés quiere reparar la terrible injusticia perpetrada en su contra, convirtiéndose en un despiadado vengador. El 3 de julio de 1945, el presidente Toda salió del infierno de su cautiverio convertido en el “paladín indómito de la fe”, para consagrar su vida al kosen-rufu y brindar felicidad a la gente. Varios años después, en su novela La revolución humana, escrita con el seudónimo de Myogoku, el personaje principal —que es la representación de sí mismo— se llamaría Gan Kutsuo (homónimo de Gankutsu-o, “paladín indómito”). Siempre que el tema derivaba en los hechos que habían segado la vida de su maestro, sus ojos se anegaban en lágrimas de cólera y furia. “El nacionalismo japonés condujo a la muerte al señor Makiguchi. Lo han asesinado. ¡Sin falta reivindicaré su imagen ante todos! ¡Haré que aquellos que le arrebataron la vida reciban su merecido castigo!”. Aún hoy, la voz de mi mentor, que más parecía un bramido, sigue golpeando mi pecho. La indignación del señor Toda no provenía de un resentimiento personal. Su ira se dirigía hacia la naturaleza demoníaca del poder, que había perseguido a alguien dispuesto firmemente a proteger la libertad de culto y brindar felicidad al pueblo, aun en la época más dura de la Segunda Guerra Mundial.

La ira que nace del sentido de justicia Después de catorce años, Dantés consigue la anhelada libertad. Sale con los tesoros que había guardado secretamente su compañero de infortunio, el abate Faria. Poco después, adopta el nombre de Conde de Montecristo para relacionarse con la nobleza francesa y consumar su venganza. Las personas que tanto lo habían atormentado ahora eran celebridades de la alta sociedad, con fortuna y posición aseguradas. ¡Desenmascarar a esos hipócritas ostentosos! Con esa firme determinación, comienza a perseguir a quienes lo habían denunciado injustamente. Con su brillante estrategia y su cuantiosa fortuna, logra imponer el castigo, hasta que ve caer al último traidor. Tampoco el señor Toda olvidó jamás. Nichiren Daishonin advierte severamente: “Si no conoce a sus enemigos, terminará siendo engañado por ellos”. La venganza sangrienta es totalmente ajena al Budismo. La filosofía de vida que enarbola esta enseñanza habla de respetar la dignidad humana y, por ende, de ninguna manera permite arrebatar la vida, aun cuando se trate de individuos malvados y viles. Ellos mismos deberán sobrellevar las consecuencias, de acuerdo con la ley de causa y efecto. Empero, el mal se debe poner al descubierto. Con una resuelta indignación, debemos luchar sin tregua contra cualquier germen de maldad hasta destruirlo completamente. Si permitimos que continúe, incontables personas más deberán sufrir. Una lucha a medias contra el mal sólo contribuye a exacerbarlo. Una frase del Gosho dice: “La ira es común al bien y al mal”. La ira que nace del sentido de justicia y que nos lleva a combatir los grandes males, genera los grandes bienes. Luchar contra el mal supremo representa el supremo bien. La victoria de la gente que posee los valores de una existencia pura y próspera será la represalia más grande contra las fuerzas negativas.

El eterno camino del maestro y el discípulo En la novela, Dantés se dirige a un joven: “Yo tengo dos amigos que me acompañan siempre también. Uno es el que me ha dado la vida, el otro es el que me ha dado la inteligencia. El espíritu de los dos vive en mí”. Con esta frase, afirma que ha superado las circunstancias más difíciles dialogando permanentemente con su madre, que le dio la vida, y con su maestro, que le brindó conocimientos. No hay nada más sublime que una existencia que se transita junto con el mentor. En una oportunidad, el señor Toda habló como si el fallecido maestro estuviese frente a él: “Su misericordia fue tan vasta e ilimitada, que me llevó con usted incluso a la cárcel”. Un 3 de julio [de 1957], doce años después de que el señor Toda saliera de prisión [en 1945], fui arrestado y encarcelado bajo cargos falsos. No fue por haber violado las leyes del Estado ni por desobedecer las reglas que rigen en la sociedad. Entonces, ¿qué otra cosa pudo haber sido, sino una persecución a causa del Sutra del Loto? En aquella ocasión, como discípulo, seguí el ejemplo de mi mentor, que había luchado como ‘paladín indómito de la fe’. Gracias a eso, pude sobrellevar mis días de cautiverio con la entereza de un león. He alcanzado un estado espiritual que me permite decir con total convicción: “No puede haber mayor placer ni dicha más grande”. ¡Este es el espíritu de los “paladines indómitos de la fe”, la espada que los sucesivos presidentes de la Soka Gakkai hemos esgrimido! Mis discípulos deben heredar y perpetuar este precioso tesoro, el invalorable legado de la fe.

Mientras hay vida, hay esperanza El doctor Martín Luther King (h), que fue arrestado repetidas veces por liderar, con espíritu invencible, el movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos, dijo: “Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, arrástrate. No importa como sea, pero sigue avanzando”. Mientras vivamos, siempre habrá un lugar para la esperanza. Mientras nos mantengamos en movimiento y sigamos avanzando, habrá siempre un camino que se abre frente a nosotros. No importa cuánto arrecie la tempestad de sufrimientos, para “los paladines indómitos de la fe de la SGI” no existe la palabra “vencido”. Pues el Budismo de Nichiren Daishonin es una enseñanza para la victoria del hombre, para hacer resplandecer el sol de la eterna esperanza.

27.1.05

Las voces negativas

Tomado de Seikyo Criollo Octubre 1999

Una vez que tomamos la resolución de triunfar ante una oportunidad maravillosa tenemos que proteger nuestro mundo interior subjetivo de los ataques o las suaves insinuaciones de las voces negativas. Si somos susceptibles a pensamientos como: “nada va a cambiar, siempre va a ser lo mismo”(tomando en cuenta que la mayoría lo somos hasta que logramos ser lo suficientemente fuertes en nuestro interior como para desviarlos automáticamente) los oímos y les permitimos que nos influencien. Mientras más los oímos, más erosionan nuestra oración. Así, internamente empezamos a reemplazar nuestra oración. En cierto momento comenzamos a estar de acuerdo con las voces negativas ya acuerdo con las voces negativas ya que eso es lo que hemos hecho toda nuestra vida.

En ese punto nuestra oración se convierte en no triunfar. Cuando usted canta Daimoku, lo que usted siente y piensa es lo que se proyecta en el universo y como la Ley es imparcial, eso es lo que sucederá. Es, en otras palabras, como un espejo; de este modo, si aún sin saberlo, cambiamos nuestra oración, la Ley lo aceptará como lo que deseamos. La Ley no juzga nuestros deseos. Así, nuestra responsabilidad, si queremos algo, es mantener nuestra oración sin permitir que las voces negativas nos desanimen. De lo contrario, empezamos a ceder y antes de que nos demos cuenta hemos renunciado a nuestra oración.

Una vez que tomamos una resolución no debemos ceder. Budismo es victoria o derrota; no ceda, ceder es lo que ha hecho toda la vida. De esta forma, tome su resolución y cante Daimoku por ello. Nuestra responsabilidad es mantener la oración sin ser arrastrados interna o externamente por nuestras limitaciones. Es muy importante cantar Daimoku cada mañana para manifestar la Budeidad. Este es el punto fundamental, porque si no manifestamos la Budeidad tampoco podremos tener mucho efecto sobre nuestras oraciones. Si no entendemos este punto pasamos todo el tiempo entonando Daimoku sólo por lo que queremos.

Algo que es también muy importante es el concepto que tenemos de la naturaleza de Buda. Nuestra vida es Buda. Todo lo que nace en este mundo es Buda. No debemos permitirnos pensar en la naturaleza de Buda como algo que esta fuera de nosotros. Esta naturaleza es una e inseparable con nuestra vida. Si bien el Gojonzon es un objeto externo, es un catalizador que extrae nuestra Budeidad de las profundidades de nuestras vidas. La Budeidad dentro de nosotros y la que corporifica el Gojonzon son la misma realidad. Lucen como dos cosas separadas, pero ambas son la eterna e incambiable verdad del Buda, que a su vez es la vida misma. Usted es Buda, ahora, en este preciso momento.

Cuando usted empiece a darse cuenta de ello podrá comenzar a apreciar y reconocer la dignidad, el poder y los aspectos ilimitados de su vida. Esto significa que usted es el Buda a cargo de su propia vida, nadie más, así que usted puede hacer de ella lo que usted quiera, no lo que el ambiente quiere que sea. Cuando usted se da cuenta de que su vida es Buda y lo transfiere a un sentimiento, eso es Ichinen Sanzen. En consecuencia, usted puede sacar su poder para transformar y crear la tierra del Buda ahí donde usted está parado en este preciso instante, no en ningún otro lugar.

El pasado es sólo un sueño, no importa cuán bueno o malo; el futuro no es más que una imaginación, no tiene existencia en si mismo. La esencia de la vida es eterna e incambiable, mientras más se de cuenta de que su vida es Buda mayor convicción tendrá en su Daimoku. El Buda apareció, para permitir a la gente abrir el palacio de su propia iluminación y sabiduría. Si no entendemos esto, somos como mendigos cuando cantamos Daimoku y en cierto momento el Gojonzon cesará de responder nuestras oraciones porque si seguimos así no podemos obtener la Iluminación. En ese caso no estamos entendiendo nada. Lo que usted siente por el Gojonzon es lo que usted puede sentir por el Gojonzon viviente dentro de usted.

El Budismo es vertical: el momento presente es infinito, ilimitado y eterno. Así, llega un punto en el cual usted tiene que empezar a trabajar conscientemente por su iluminación, no puede simplemente dejarse llevar por la corriente. Usted puede practicar toda su vida y aun así ver este punto de la manera incorrecta. Sin embargo, al estar consciente y atento puede entonces percibir la naturaleza de su propia vida. Si usted no puede darse cuenta de ello, cada vez que aparece un problema usted sufre, se siente impotente y sin esperanza. Pero cuando usted se da cuenta de que su vida es Buda, cada vez que viene un problema lo que se produce es una gran confianza y convicción:”Debido a que mi vida es Buda yo puedo transformar esto en un gran beneficio”.

Sólo cuando usted pueda profundizar su convicción de que su vida es la entidad del Buda, tal y como es ahora (no cuando se transforme en una suerte de ser perfecto), no sentirá temor ni ansiedad cuando tenga un problema, sino que pensara que es otra oportunidad para transformar la situación en un gran beneficio y cambiar el sufrimiento en alegría.

Optimista supremo es aquel que no teme al futuro ni se arrepiente de su pasado. Su vida es Buda y puede así transformar cualquier cosa y hacer que cualquier situación manifieste su Budeidad latente. Así, inclusive en una situación de infierno puede hacer que su convicción haga manifestar la Budeidad innata en esa situación, ya que usted sabe que es un Buda.

¿Qué actitud debo tomar?

Tomado de Argentina Seikyo de un extracto de Seikatsu to shinko - La religión en la vida cotidiana -
Publicado en Seikyio Criollo Noviembre 1999


Pregunta: Aunque mi hijo nació después de que nosotros abrazáramos el Budismo, él no quiere practicar ¿qué actitud debo tomar?

Respuesta:
Nichiren Daishonin le dijo lo siguiente a Shijo Kingo, cuando la primera hija de éste estaba por nacer: “Tanto usted como su esposa son practicantes del Sutra de Loto. Este es un gran acontecimiento, pues nacerá un sucesor, quien continuará con la propagación del Sutra de Loto”1. Sin embargo, hoy en día, muchos padres se sienten preocupados porque sus hijos no practican. Es importante que los hijos abracen la fe en el Budismo, pero es un grave error obligarlos en ese sentido.

Con frecuencia, muchos padres suelen ponerse insistentes: “¡Tienes que hacer Daimoku!” “¡Tienes que ir a la reunión!” “¡Tienes que estudiar!” Decirles: “Tienes que hacer esto o lo otro” es obligarlos. Esto es cierto no sólo en cuanto a la práctica, sino respecto al estudio, el trabajo o el ejercicio deportivo; todo aquello que se impone se transforma en una carga pesada e insoportable. Por más que los hijos deban hacer algo por su bien si no lo realizan con gusto, no habrá buenos resultados. Un Gonguio impuesto por los padres no constituye una práctica correcta; por lo tanto, no habrá beneficio alguno. Así, el joven o el niño detestarán la práctica e incluso, pensarán: “no me pasa nada bueno, por más que practique” comenzarán a dudar del Gojonzon.

Antes que imponerles la práctica, sería más importante enseñarles para qué la llevamos a cabo. Una vez, el presidente Ikeda le dijo a un padre que estaba muy preocupado por la práctica de su hijo: Es un error pensar que, porque se trata del hijo de uno, demostrará interés por el Budismo. Es más errado aun pensar así cuando los hijos son mayores de edad, ya que tienen sus propios pensamientos y su propia forma de vida, que debemos respetar. Si realmente desea que practique, usted mismo debe mostrarle lo maravillosa que es esta práctica, ya sea mediante su actitud en la vida cotidiana o a través de su personalidad. Ser padres respetables por los que los hijos puedan sentir un sincero orgullo.

Esa debe ser nuestra decisión. La familia es lo más cercano; por ende, no es posible engañarla. Es el más severo de todos los críticos. Un caso frecuente es el de aquella persona que realiza las actividades, pero que, al regresar al hogar, no deja de quejarse y de criticar a otros. Evidentemente, el hijo de una persona así perderá todo interés en abrazar la fe.

Los padres deben mostrar “su cambio”, “sus beneficios” y “su desarrollo”, a través de la práctica, a sus hijos y a los demás integrantes de su familia. Así, todos tomarán conciencia de lo maravilloso de la fe en el Budismo. Los niños tienen sus propios sufrimientos. Si les enseñamos que, a través de una sincera convicción en el Gojonzon, pueden encontrar solución a cualquier problema, ellos orarán para lograr sus deseos y, así, profundizarán su fe por sí solos. Asimismo, con respecto a la práctica de los hijos, el presidente Ikeda señaló: “La práctica es para toda la vida. En la edad escolar, primero está el estudio. Eso es, para los niños, la expresión del principio ‘fe es igual a la vida cotidiana. Se les debe enseñar a enfrentar los duros momentos de la vida a través de la práctica. Así decía el segundo presidente Josei Toda". Si mientras otros niños van alegres y sonrientes a la escuela, a ellos se los persigue todas las mañanas para que realicen el Gonguio, se pondrán de mal humor. Esta es una práctica para disfrutar de la vida más que nadie.

Es muy necio discutir o provocar sufrimientos innecesarios por ello. Si, ante la desesperación, generan continuamente la discordia, producirán un efecto negativo en el corazón de sus hijos, y éstos se alejarán cada vez más. Por lo tanto, lo más importante es que los padres oren por sus hijos con un profundo amor, les demuestren concretamente las maravillosas pruebas de la fe y los cubran de buena fortuna. No existe otro camino que orar, dialogar, mostrar la prueba real y lograr que sientan convicción. Cuidemos de nuestros hijos sin ansiedad, con gran amor y fe y con la convicción de que ellos, sin falta, abrazarán su misión por el Kosen Rufu.

NOTA:
1 Gosho Zenshu, pág. 1109.

25.1.05

Un anillo del Señor para la SGI UK

8/12/2004. Nota de Prensa
El actor Orlando Bloom (quien ejecuta el papel de Legolas en El Señor de los Anillos y de Paris en Troya), acaba de convertirse al budismo en una ceremonia de una hora de duracion, celebrada en Inglaterra. Bloom se unió además a otros 60 nuevos adeptos de esta religion en un ritual en la sede del Movimiento Budista Internacional Soka Gakkai en la masion de Taplow Court, en Maindenhead, Inglaterra. El actor, que detesta la publicidad y parece ser muy timido en las entrevistas, visito el centro para recibir su "Gohonzon" de manos del director Ricky Barnes. (Nota: Foto con Juzu incluido, tal vez haciendo daimoku para actuar con su Buda.)
Si desea saber un poco mas de este nuevo miembro, quien será incluso presentador de la Ceremonia del Oscar este próximo febrero 2005, pueden visitar los siguientes links:
http://www.theorlandobloomfiles.com/
http://tinyurl.com/4yf6b/
http://www.full-bloom.net/main.php


sennichi

23.1.05

Alcanzar el Estado de Buda.

Inspirada en las conversaciones del presidente Ikeda sobre el Sutra del Loto, Bárbara Cahill discute el proceso de alcanzar el Estado de Buda
Tomado del Seikyo Criollo, Febrero 1998


Durante las conversaciones sobre el Sutra del Loto se le preguntó al presidente Ikeda qué significa específicamente alcanzar el estado de Buda. Esto es algo que todos deseamos saber. La respuesta que él dio es verdaderamente extraordinaria. En lugar de hablar sobre alcanzar profunda sabiduría, fuerza vital, coraje y misericordia; todas las cualidades que podemos pensar como inherentes al logro del Estado de Buda, él dijo: “... para ponerlo de manera sencilla, alcanzar el Estado de Buda, más que un asunto de llegar a un destino o lograr una meta, es internalizar el proceso de reforzar continuamente el mundo de la Budeidad en nuestras vidas”. (UK Express, Dic. 1996, pág.26)

Internalizar el proceso se refiere a hacer del proceso parte de nuestras vidas. No es algo que se nos impone desde afuera, no es algo que hacemos para complacer a alguien, ni es algo que hacemos por cualquier otra razón que no sea nuestra propia voluntad. El proceso que internalizamos es la continua fortificación del mundo del Estado de Buda en nuestras vidas. Esto lo logramos a partir de nuestra práctica budista diaria. Esto es verdaderamente revolucionario. Siempre hemos tenido la tendencia a ver el Estado de Buda como un resultado final, algo que se alcanzará luego de muchos, muchos años; un cambio muy grande.

El presidente Ikeda continúa, diciendo que el mismo Sakyamuni, en un principio, enseñó que para alcanzar el Estado de Buda se necesitan incontables eones de práctica y también que al convertirse en Buda uno estaría “dotado de atributos majestuosos”, de hecho esto sucedería sólo al final de una vida dedicada a la enseñanza. En la segunda mitad del Sutra del Loto, Sakyamuni expresa que el proceso de buscar lograr el Estado de Buda es en si el Estado de Buda; o como dice el presidente Ikeda: “Avanzar a lo largo del camino del Buda es en si alcanzar el Estado de Buda” (ibid, pág.27).

¿Qué importancia tiene esto para nosotros? Imagine por un momento cómo es Buda... seguramente una persona extraordinaria, una persona que es perfecta en todos los aspectos ¿Alguna vez hemos conocido a un Buda? ¿Es probable que alguna vez conozcamos alguno?

Malas Interpretaciones
¿Acaso no nos muestra esto que pensamos en el Buda casi como un Dios? ¿Alguien demasiado especial para ser visto caminando por allí en la vida cotidiana? El presidente Ikeda dice que esta imagen proviene de antiguas enseñanzas budistas. Imagínese que el Buda Sakyamuni se presenta a la puerta de nuestra casa o esté sentado a nuestro lado en el autobús. Entonces imagine cómo responderíamos de modo diferente a un extraño si de alguna manera pudiéramos saber que es Sakyamuni. Pero sentimos que no conocemos a ningún Buda y probablemente nunca lo haremos. Esta es una mala interpretación muy seria.

El Budismo de Nichiren Daishonin promete que usted es un Buda ahora. Pero si continuamos pensando que esto nunca ocurrirá, si seguimos sintiendo que somos desmerecedores de ser Budas, si seguimos pensando que tiene que ocurrir un cambio muy grande antes de convertirnos en Buda, entonces nunca lo seremos. Es cierto que tiene que llevarse a cabo un cambio muy grande , pero este cambio no está fuera de nuestro alcance ahora. Tiene que ver con permitirnos pensar de modo diferente sobre nosotros mismos. Dentro de cada uno de nosotros se encuentra un grandioso tesoro. Pero ocurre que tenemos el cerebro lavado por pensar en nosotros mismos como indignos, que no servimos para nada, unos desadaptados sin remedio que no podemos darnos cuenta de este tesoro. De hecho, buscaríamos el tesoro en cualquier parte, fuera de nosotros, en lugar de pensar que lo tenemos dentro. Este es el mayor obstáculo para lograr nuestro Estado de Buda: no queremos mirar dentro de nosotros mismos para encontrarlo porque tememos de que lo que hallemos sea una terrible decepción.

¿Dónde yace el poder?
Hay otro obstáculo para alcanzar nuestro Estado de Buda y que es igualmente muy poderoso: es nuestra tendencia a pensar que lo que queremos lograr en realidad no es el Estado de Buda sino los beneficios materiales y las soluciones a todos nuestros problemas. A esto se une una mala interpretación sobre el Gojonzon. Luego de pensarlo mucho me he dado cuenta de que tendemos a pensar en el Gojonzon como un Dios, pensamos que si practicamos con mucho ahínco, el Gojonzon nos mirará favorablemente y nos quitará el problema o nos dará un beneficio. Pero esa no es la función del Gonzon. Con razón estamos confundidos, ya que el pensamiento religioso que predomina es que Dios está fuera de nosotros y que al final tiene el control del rumbo de nuestras vidas. Pero no deberíamos pensar así sobre el Gojonzon. El Gojonzon no nos da cosas ni nos quita problemas. La función del Gojonzon es permitirnos ver el poder y magnitud de nuestras propias vidas y de ser capaces de usar este poder.

Constante Énfasis
Nichiren Daishonin nos dice que el Gojonzon es un espejo, no el espejo del baño que nos muestra una cara feliz o triste, sino un espejo que nos permite ver nuestro Estado de Buda . Nam Miojo Rengue Kio, inscrito en el centro del Gojonzon, es nuestro Estado de Buda. Cuando nos sentamos frente al Gojonzon todos los días y nos conectamos con él a través de la invocación de Daimoku surge en nosotros el Estado de Buda. Cambiamos de opinión respecto a ‘cuán terrible’ o ‘cuán atemorizante’ es la vida; comenzamos a ser más positivos y más esperanzados. ¿Cuántas veces hemos empezado a cantar en un estado de desesperación para luego hallar que aparece la esperanza? Esta es la función de nuestro Estado de Buda. A esto se refiere el presidente Ikeda cuando dice que el Estado de Buda no es un destino final sino un camino que transitamos continuamente.

El Estado de Buda es la perspectiva de la vida que dice: “No, el mundo, la vida misma, no es deprimente, no es razón para la desesperación y el pesimismo. La vida es creativa, esperanzadora, misericordiosa y positiva.” El Estado de Buda es el camino para reconocer esta manera positiva de ver la vida, para luego enfatizar esta perspectiva positiva cada vez más. Finalmente, el camino de la Budeidad se convierte en nuestra propia capacidad para enfrentar los problemas. Es la capacidad para dirigir nuestras vidas nosotros mismos, además, es la capacidad de compartir esto con otras personas y apoyarlas en esta perspectiva.

Las Relaciones Dependientes
Nosotros venimos a la vida como seres dependientes y parecemos tener una gran necesidad interna de permanecer dependientes. El Budismo sostiene que esta dependencia es muy natural; que hay una especie de red en constante formación de relaciones dependientes desde el inicio hasta el final de nuestras vidas. En este sentido nunca podemos ser independientes. Nos causa sufrimiento el no reconocer esta red de relaciones, no sólo con otros seres humanos, sino con la vida como un todo. Para ser realmente felices, nuestro papel en esta red de relaciones dependientes debe ser muy diferente al que teníamos cuando éramos bebés dependientes. Esto se debe a que necesitamos desarrollar la capacidad de dar, al igual que recibir, de las muchas relaciones que tenemos. Para dar, necesitamos ser capaces de sentir que tenemos algo que otros necesitan y que estamos felices de darlo. Este ‘algo’ que podemos dar no es tanto los bienes materiales ni siquiera nuestro tiempo y esfuerzo, más bien, lo que podemos brindar es nuestro espíritu positivo, fuerte y alegre, siempre extrayendo lo positivo de cada situación y enfatizando esto en lugar de la desesperación y la desesperanza. Este espíritu alegre no está fuera de nuestro alcance actualmente. Sin embargo, tendemos a no ver que la razón crucial por la cual practicamos Budismo es el desarrollo de este espíritu. En otras palabras, debido a que constantemente buscamos los beneficios y las soluciones a los problemas fuera de nosotros mismos: en el Gojonzon y en otras personas, seguimos dependiendo del medio externo en lugar de darnos cuenta de que llevamos esta gran alegría y esperanza dentro de nosotros. También dejamos de darnos cuenta que, por sobre todo, nuestra práctica budista nos permite captar este espíritu y ampliarlo. Es este espíritu positivo y alegre el que nos habilita para resolver nuestros problemas y para atraer beneficios.


Abriendo Nuestras Vidas
En una reciente conversación, el presidente Ikeda aclara que la fe en el Gojonzon no es una fe en una entidad suprema o algo superior a nosotros. Él dice: “El Budismo no enseña la negación de si mismo. Nuestras vidas individuales son cada una castillos de tesoros infinitos... Todas las cosas de valor emanan desde nuestro propio ser. La fe en el Budismo significa establecer nuestra verdadera entidad”. (Conv. sobre el Sutra del Loto. Vol., 2, pág.138).

Esto no significa que nos centremos en nosotros mismos y nos olvidemos del resto de la vida. Nos concentramos en nosotros mismos para hallar algo en nuestro interior y brindárselo al resto de la vida. Es así como establecemos una relación armoniosa y recíproca con la vida en vez de una relación dependiente semejante a la de los bebés. Una vez que comenzamos a hacer esto, cuando cantamos, ocurre algo muy misterioso: en lugar de volvernos más egocéntricos y egoístas: “Nuestra vida se abre al cosmos y es envuelta en este, al mismo tiempo, nuestra vida abarca todo el cosmos. Estamos en constante intercambio y comunicación con el cosmos, nuestras vidas resonando junto a él como una entidad viviente (...)” Esto puede ser un concepto muy difícil de captar. En esencia, el presidente Ikeda está diciendo que mientras más sintamos el valor de nuestras propias vidas, más sentiremos que no estamos solos. Nos haremos conscientes de un ‘constante intercambio y comunicación con el cosmos’. Él dice que la fe es el ‘trampolín’ para alcanzar esta conciencia.

En lugar de buscar nuestra seguridad fuera de nosotros o de depender de algo externo para nuestra felicidad y realización; al cantar para dar realidad a estas cualidades en nosotros establecemos un camino que sin falta nos conduce a nuestra verdadera entidad y nuestra naturaleza de Buda. Esta verdadera entidad es individual e independiente, sin embargo, al mismo tiempo es la fuerza vital del universo, que es compartida por toda la vida. Al realizarla dentro de nosotros cantando Nam Miojo Rengue Kio, nos damos cuenta de su existencia en todos los aspectos de la vida en todo el cosmos.

Miedo y Alienación
Esto puede parecer una cosa mística y no estar terriblemente conectada la vida diaria. Sin embargo, hay realmente un sola cosa fundamental que está garantizada para estropearnos las cosas y provocar todo tipo de problemas en nuestras vidas, incluyendo serias enfermedades, incapacidad para actuar inclusive incapacidad para vivir. Esto es el miedo. Miedo al abandono, aislamiento, rechazo, violencia, abuso, indiferencia, miedo a no servir para nada. La lista es inmensa. Creo que la mayoría de los miedos están arraigados en un miedo a la alienación. Miedo a ser extraño, de no ser lo que se espera, o miedo a ser ‘otro’.

Tenemos un profundo miedo a volvernos independientes porque pensamos que esto nos convierte en ‘otra’ persona. Sentimos que la independencia significa no formar parte de la vida. Aun así, aquí está el presidente Ikeda diciéndonos que por medio de crear nuestra independencia y establecer que podemos depender de nosotros mismos, podemos determinar nuestra verdadera entidad, nuestro Estado de Buda. Místicamente, el establecer nuestra verdadera entidad es lo que nos permite crear conciencia de la profunda conexión que compartimos con toda la vida. El miedo corta esta conciencia. Aun si alguien nos habla sobre esta conexión, aun si leemos sobre ella, no podemos crearla en nosotros a menos que trabajemos para alcanzar nuestra verdadera independencia, nuestra verdadera entidad. Es esta verdadera entidad la que se da cuenta ‘no estoy solo, no necesito tener miedo, la vida como un todo me envuelve y yo abrazo toda la vida sin miedo’. La naturaleza recíproca, tolerante de la vida no es aparente para la mayoría de nosotros.

Tendemos a concentrarnos en las cosas que van "mal". Con frecuencia cantamos por estas cosas ‘malas’, buscando lo que hay que cambiar desde afuera. En lugar de hacer esto, vamos a comenzar a cantar para encontrar nuestro propio ánimo, nuestra propia facultad. Más que ser egoístas este hecho nos conecta fuertemente al apoyo externo que siempre hemos querido. Ese apoyo está allí ahora. En vez de mirar los problemas, necesitamos buscar nuestra verdadera entidad. Luego seremos capaces de ver y aceptar el apoyo que existe a nuestro alrededor.

Desarrollarse Uno Mismo
El deseo de percibir nuestro Estado de Buda no es un proceso analítico ¿yo soy un Buda? ¿Cómo puedo ser un Buda? ¿qué hay con respecto a mis fallas? En lugar de esto, simplemente necesitamos confiar sinceramente que al cantar Nam Miojo Rengue Kio al Gojonzon con el deseo de percibir el Estado de Buda, nos haremos conscientes de nuestro Estado de Buda. No es la función del Gojonzon darnos cosas como un trabajo nuevo o casa nueva. La función del Gojonzon es permitirnos despertar a nuestra Budeidad. Es nuestro Estado de Buda el que nos cambia significativamente. Esto es lo que nos habilita para obtener el trabajo o la casa nosotros mismos.

El Gojonzon está allí para que desarrollemos la capacidad. Así que, ¿Cómo es el Estado de Buda? Es un camino. A medida que caminamos a lo largo de él, nos damos cuenta de varias verdades bellas. Nos hacemos conscientes de que no tenemos que temer a la vida, de que estamos tan firmemente conectados y que formamos parte de ella como siempre hubiéramos querido. Esta conexión es nuestra vida interna, nuestro Estado de Buda y nos damos cuenta que existe en otras persona también. El factor clave es nuestro deseo, nuestra intención de darnos cuenta y creer en esta increíble grandeza en nuestras propias vidas. Esto es el eje de todas las enseñanzas de Nichiren Daishonin.

Integración
¿Cómo seguimos este camino? El presidente Ikeda dice: “Para ser concreto, las acciones del Buda y la postura en la sociedad consiste en la práctica de Bodisatva. Aun después de lograr la Iluminación el Buda continúa en el camino de la práctica de Bodisatva. Esto, dicho de otro modo, es el ‘hábito del Buda’ (UK Exp. , Dic. 1996. Pág. 27) Así como tendemos a pensar en el Gojonzon como un Dios, también tendemos a pensar en el bodisatva como un ‘hacedor del bien’. Sin embargo, lo importante de nuestro movimiento budista es que tenemos una práctica para nosotros mismos: cantamos Nam Miojo Rengue Kio al Gojonzon. La naturaleza esencial de nuestra práctica es cambiar nosotros, este cambio está basado en nuestro desarrollo propio. Esto es muy diferente a ser un ‘hacedor de bien’. Sin la práctica para nosotros no tendríamos manera de cambiar en nuestros corazones, y es por este cambio que cambiamos el modo en que nos sentimos hacia otras personas. Vamos a estar claros, a ninguno de nosotros automáticamente le agrada y respeta a cada persona que conoce. Con frecuencia estamos llenos de sospechas, de miedo, de avaricia o del deseo de dominar.

Esto es natural, pero no nos está haciendo felices. Sin la práctica para otros, probablemente nunca trataríamos de cambiar estos aspectos en nosotros. Al desempeñar el papel de bodisatvas nos colocamos en un escenario donde nos enfrentamos a situaciones y a gente que hallamos difíciles. El cantar por esto es lo que nos permite traspasar las limitaciones del desagrado, de juzgar o de calumniar a otras personas que nos las impone nuestro karma.

Un Movimiento Perpetuo
Nuestra práctica budista para nosotros y para otros es un movimiento constante hacia adentro y hacia fuera. Este movimiento se detiene tan pronto lo dirigimos todo en un solo sentido. El movimiento hacia fuera nos muestra nuestro Estado de Buda y también qué aspectos necesitamos trabajar dentro de nosotros y debido a que el movimiento hacia adentro está bien establecido en nuestras vidas (nuestra práctica regular de Gonguio y abundante Daimoku), tenemos los medios para llevar esto a cabo. Esperar de nosotros mismos que nos agrade alguien o respetarlo sin tener los medios para cambiar en nuestros corazones es esperar lo imposible. El Gonguio y Daimoku nos proporcionan los medios para establecer este cambio interno profundo, si nosotros buscamos y esperamos ese cambio. A este cambio se le llama Revolución Humana, también se le llama Estado de Buda. El factor más importante para realizar este cambio es nuestra intención.

Así que vamos a desarrollar la intención para hallar este magnífico estado dentro y fuera de nuestras vidas. La única cosa que ocurre sin proponérnoslo es el programa que nuestro karma nos ha arreglado. Si en realidad vamos a liberarnos del sufrimiento que nos impone nuestro karma, tenemos que proponernos llevarlo a cabo. Yo no estoy diciendo que no debemos proponernos conseguir un trabajo o un novio. ¿por qué, si esto es lo que en realidad queremos? Pero nuestra intención debe ser lograr estos beneficios a través de efectuar una transformación en nuestras vidas. Si le pedimos cualquier cosa al Gojonzon, esto debe ser para nuestro propio desarrollo. Eso es lo que en esencia es el Estado de Buda: nuestro propio desarrollo. Si siempre enfocamos nuestro Daimoku hacia la manifestación de los beneficios materiales como prueba real de la grandeza de nuestra práctica budista, estaremos omitiendo la prueba más valiosa que jamás podríamos dar a otras personas. Sin embargo, es esto lo que todos anhelan: la prueba del desarrollo de nuestra positividad, esperanza, alegría y misericordia.

En otras palabras, es mostrarles a otros el espíritu de la Budeidad en el cual estamos constantemente trabajando. Los medios para realizar este espíritu es la cosa más valiosa que alguna vez podríamos darle a otra persona. Desde el punto de vista de la enseñanza esencial, lograr el Estado de Buda, más que ser una ‘meta’ o un ‘estado’ especial, es un camino. Podríamos hasta llegar a decir que la única diferencia en la condición de alguien antes y después de lograr el Estado de Buda tiene que ver con lo firmemente que esté establecido este camino en la vida de la persona. ‘Establecer firmemente este camino’ significa solidificar en nuestras vidas el espíritu de anhelar la felicidad para nosotros y para los demás y continuamente tomar acción constructiva con este espíritu (...)

El establecer firmemente este camino es lo que permite que aflore nuestra capacidad, nuestro Estado de Buda. Debemos proponernos esto, o de lo contrario nunca ocurrirá. Necesitamos también intentar y restablecer nuestra naturaleza protectora de Bodhisattva todo el tiempo. Necesitamos, en otras palabras, usar nuestra capacidad para la felicidad de otros.

El Aprecio a nosotros mismos es clave

Conferencia del Departamento de Arte y Cultura de la SGI-USA en el FNCC (Florida Nature and Culture Center) - Mr. Sonoda, en la reunión internacional de distritos del 3 / 11/ 2000. Enviado amablemente por Ariel Ricci.

Aprender es difícil porque nuestra sociedad nos enseña acerca de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto. Estamos programados para creer en lo bueno y lo malo. Si poseemos las cosas que deseamos somos felices. Si no las poseemos, culpamos a nuestras vidas.

En el Gosho " Las 14 calumnias de la Ley" el Daishonin nos ha enseñado que hay 14 cosas que nos limitan a ser felices. Dos de ellas son:

1) una percepción equivocada de nuestras vidas (no sabemos quiénes somos)

2) tenemos mucho apego a las cosas materiales.

Aceptamos nuestras identidades equivocadas tan profundamente que se convierten en nuestra realidad. El aprecio no se refiere a cosas fuera de nosotros mismos. Aprecie su vida ante todo. Cuando fracase, apréciese. Si después de varios intentos fracasa y vuelve a intentar, apréciese. Apréciese cuando se sienta avergonzado de usted mismo.

Nuestro problema fundamental es que no somos felices.Bueno, de qué manera cambiamos esto? Aprecie quién es usted. Usted es un buda. Es la mejor cosa que ha aparecido en todo el planeta! Usted es la cosa más grande del universo entero. Si usted cree que no hay nada que pueda hacer con su vida, entonces, no habrá nada que pueda hacer. Creer que usted puede hacer cualquier cosa es como armonizar su vida.Cuando éramos niños, nadie nos enseño a caminar. Nuestra naturaleza era verdadera y aprendimos por sí solos. Pero a medida que fuimos creciendo, las personas, los padres, maestros, etc., nos quisieron controlar. Nos daba rabia.

Sea como un árbol. Un árbol se mantiene no importa si usted lo golpea o lo insulta. Está en armonía consigo mismo. No le importa lo que usted haga. El sólo es un árbol. Pero esto no es lo mismo con los seres humanos. Nosotros no vivimos en armonía con nuestra naturaleza y somos desviados por lasopiniones y los pensamientos fuera de nosotros (influencia).Entonar Nam Myoho Renge Kyo es ponerse en armonía consigo mismo. Pero viene de la aprecio de su propia vida.

Cuando su vida se está derrumbando, trate de entonar daimoku en ese momento para apreciar su vida. Si usted está en armonía, todo cambiará. Nuestras vidas tienen un increíble poder y sabiduría, pero no confiamos en nosotros mismos para dejar que esto sea así! Siempre buscamos fuera de nosotros una validación que nunca logramos.Si nos valoramos, podremos ser capaces de influir en nuestro alrededor. Haga un reto durante un mes. No importa en que situación está mi vida, entonaré daimoku con la determinación de que yo cambiaré esta situación dentro de un mes. Tomaré la responsabilidad para que esto suceda. Y en este mes crearé el mayor beneficio de mi vida.

El Daishonin ha dicho que la Torre del Tesoro del Sutra del Loto es el Gohonzon, y que cada uno de nosotros que entonamos Nam Myoho Rengue Kyo somos muchos Budas atesorados. Si usted cree que es uno de esos muchos Budas atesorados, entonces el lugar donde usted está, es el lugar del buda y el sueño que usted tiene es el sueño del buda. Y si acaso usted descuidase su vida, no podrá cambiar las cosas.Nuevamente el reto para cambiar su vida en un mes:1-perciba la verdadera vida (soy un buda)2-tome responsabilidad para crear el beneficio más grande que nunca haya tenido en su vida.

Todo empieza y termina con usted. Kyochi Myoho = inseparabilidad de la persona y la ley. Cuando usted entone daimoku, usted y la ley se fusionan en uno solo. Nam Myoho Renge Kyo abarca todo el universo. No cante para vencer un obstáculo. No cante sobre algo que está allá afuera. Cante Nam Myoho Renge Kyo para la armonía de su propia vida. Cante para percibir su propia verdad. Qué significa apreciar a otra persona? Significa que usted no hace juicios sobre ellos. No importa cuales sean las condiciones, usted hará cualquier cosa por la felicidad de otra persona. No utilice la ira como forma de hacer juicios. Está bien enfadarse, pero no juzgue la vida de otra persona solo porque usted se siente furioso con esa persona. Ser un buda no significa que usted sea perfecto. Significa que usted siempre ha de convertir lo negativo en un beneficio.

Esta es la historia del Bodhissatva Fukyo. Era un seguidor de Shakyamuni. Originalmente era un hombre rico, pera era muy infeliz. Cuando se convirtió al budismo decidió que él demostraría completo aprecio a todas las personas que encontrara su paso de modo que a cada una de las que veía hacía un acto de reverencia. Las personas no podían entender ese comportamiento de un extraño. De modo que comenzaron a insultarlo, él continuaba haciéndoles reverencias. Luego comenzaron a arrojarle piedras por doquiera que iba. Aún esquivando las piedras, continuaba haciendo reverencias. Mr. Sonoda escuchó esta historia en los comienzos de su práctica y decidió que él también quería hacer del aprecio la esencia de su práctica budista.

Generalmente pensamos del aprecio como algo que está afuera de nosotros. Nosotros apreciamos nuestras posesiones o lo que alguien hace a nuestro favor. Pero en budismo, el aprecio es para nuestra propia vida.Luchamos para apreciar la esencia de nuestra vida, no importa por la situación que estemos pasando en ese momento. Estamos programados desde muy temprana edad por nuestras familias, maestros, la televisión, etc., para creer que somos un cierto tipo de personas. Pero el budismo dice que tenemos una percepción incorrecta de nuestras vidas. Nichiren Daishonin dijo: "aquel que percibe la grandeza de su vida es un buda. El que no, es un tonto. Cante daimoku para percibir que usted es un buda tal como es Nam Myoho Renge Kyo que ofrece la oportunidad de percibir quién es usted verdaderamente. Cuando usted percibe quién es usted, logrará de forma natural impactar en su ambiente. La programación hace difícil apreciar nuestras vidas.

Pensamos que el aprecio siempre tiene que estar conectado con lo material. El budismo es tomar conciencia (despertar) de la grandeza de su propia vida. No es fácil tener aprecio de la propia vida porque su propia vida no desea apreciarse a sí misma. Sólo trate de cantar daimoku por 15 minutos exclusivamente enfocando sobre la aprecio de su vida. Su mente se distraerá y pensará en cualquier otra cosa menos en aprecio. Luche para mantenerse enfocado en el aprecio tal como es usted. En nuestras mentes juzgamos nuestras vidas. Vemos parte de nosotros como bueno y parte como malo. Creemos que tenemos que forzar todo hacia el lado positivo para ser felices. Pero usted no puede hacer eso. Usted es quien es. No existe aquello de un buen buda y un mal buda. Solo se es un buda. Tal y cual es usted. Todos somos solo Budas.

Algunas veces hacemos cosas terribles. El bien y el mal existen porque somos seres humanos. Lo único que prueba nuestra estupidez es que somos humanos y no hay nada malo en eso. Ser un buda significa que tomamos lo negativo y lo convertimos en un beneficio. Cuando tomamos una circunstancia negativa la utilizamos para validar una creencia negativa acerca de nosotros. Por el hecho de que no obtiene el trabajo que siempre ha deseado, no es prueba de que usted es una persona terrible o que no se lo merece. Es una oportunidad para probar lo maravilloso que es usted como ser humano. Todos somos disfuncionales de una u otra forma y creemos que esta es la causa de todos nuestros sufrimientos. Eso es una tontería. Aceptamos tanto esta aseveración para tener una razón para fracasar. Luego la negatividad sólo se profundiza y se perpetúa.La condición de buda también existe dentro de nuestra disfunción. Si nosotros manifestamos nuestra condición de buda y apreciamos nuestras vidas, luego nuestra disfunción se convertirá en nuestro gran beneficio. Nam Myoho Renge Kyo puede cambiar todo.

Todo lo referente a nuestro carácter es increíblemente maravilloso. Creemos que tenemos que arreglar lo que creemos que está roto, pero en realidad no está roto!Necesitamos encontrar lo maravilloso y poderoso de nuestra vida. Y eso lo puede hacer en una noche si verdaderamente usted se aprecia. Aprecio no significa que acepte las circunstancias.

De nuevo, nos es algo que está fuera de usted. El aprecio tiene tres cualidades:

1- No importa lo que suceda usted no debe traicionar sus sueños /metas/ ni a usted.

2- No importa lo que suceda, no haga ningún juicio sobre usted.

3- No importa cuáles sean las circunstancias en su vida, usted debe cambiarlas.

Es inaceptable estar en un lugar donde se sienta deprimido.Esta debe ser nuestra actitud fundamental. Si está rabioso, conviértalo en la función del buda. Cualquier cualidad es fundamental en su vida, entone daimoku para apreciar (la cualidad) y esta se convertirá en un poder increíble.

22.1.05

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El Buda dentro de nosotros mismos

Por: Maria Immacolata Macioti, profesora de Sociología de Religión. Universidad de Roma La Sapienza, Italia.
Tomado del Seikyo Criollo, Noviembre 1997

Fue en 1991 que comencé a tomar un mayor interés en el movimiento italiano de la Soka Gakkai, aunque lo había conocido hace algún tiempo. Había leído varias cosas acerca de la organización y escuchado hablar de ella por colegas en conferencias internacionales en donde se reúnen periódicamente profesores e investigadores interesados en la religión. Sin embargo, fue en 1991 que comencé a tener un contacto directo con la SGI y empecé a contemplar la posibilidad de una investigación involucrándome con la organización que, como ocurre frecuentemente, ha pasado por diversas fases.

Por más de un año, dos jóvenes colaboradoras, Laura Ferrarott, Enrica Tedeschi y yo asistimos a esas reuniones que son fundamentales para la práctica de los miembros de la SGI, siendo nuestra posición la de "observadoras participantes". Con el permiso de los lideres y miembros siempre grabábamos el diálogo en las reuniones para no olvidar o tergiversar lo que se decía. Quería que nuestro papel, así como nuestro interés científico, fueran claros en todo momento, y estoy convencida de la importancia de utilizar una metodología éticamente correcta para esto.

Una vez que nos dimos cuenta de la magnitud del movimiento en Italia, decidimos utilizar una encuesta para complementar nuestro estudio cualitativo que estaba basado en la observación,
entrevistas y la acumulación de experiencias. La encuesta fue cuidadosamente revisada y recopilada y luego enviada a grupos individuales a través de una distribución interna. Cerca de
4,000 encuestas completadas fueron devueltas. Se escogió una muestra representativa y los resultados fueron trabajados con un grupo de estudiantes: una provechosa experiencia formativa para estudiantes de sociología. Luego se prepararon los papeles de investigación, basados en una observación más profunda de áreas especiíficas. Mientras tanto, mis dos
colaboradoras analizaron las dos revistas del movimiento, Duemilauno e Il Nuovo Rinascimento.


Todo este trabajo fue presentado en una conferencia sobre el Budismo en Mayo de 1994. No obstante, aún no estaba segura de que tenía un conocimiento completo del movimiento y su
realidad la cual, contraria a mis expectativas, se mostraba rica y compleja. Había escuchado que
las críticas a la Soka Gakkai la consideraban como una organización muy rígida y casi militarista.
También sabía que Nichiren y sus seguidores habían sido acusados de violencia así como de intolerancia y sectarismo. También había sentido que algunos miembros percibían el papel de los líderes como autoritario. Por consiguiente, quise profundizar mi conocimiento del movimiento,
mi contacto directo con él y participando tanto en las reuniones ordinarias como en las especiales.


Me parecía que la Soka Gakkai estaba pasando por un difícil período de transición en relación con su "divorcio" del clero, y yo quería entender cómo iba a cambiar. En consecuencia, continué
recopilando experiencias, visitando Florencia, Milán, Turín y el sur de Italia para participar en diversas reuniones. Luego de cinco años de estudio, creo que ahora entiendo por qué este
movimiento interesa y atrae a tantas personas de todas las edades. Creo entender por qué las personas permanecen en la organización y se entregan a la participación de sus muchas
actividades así como el por qué algunos no se quedan. La falta de presión para unirse y la libertad para abandonar el grupo me parece, no obstante, muy importante, y es bueno que estos dos aspectos coexistan.


Una de las razones de que las personas se sientan atraídas hacia este movimiento es su potencial
para transformar la negatividad que con frecuencia es inevitable en la vida. Todas las experiencias de vida de muchas de las personas con las que hablé, cuyas palabras y sufrimiento grabé, revelan un pasado difícil. Esas palabras aún conservan el sonido de la angustia: se puede escucharla hasta casi tocarla. Ellos recuerdan cómo el encuentro con alguien que practicaba,
y luego con el Gojonzon, les dio un propósito en la vida, les dio esperanzas. Gradualmente redescubrieron su interés en la vida. Muchos miembros dicen que las enseñanzas de Nichiren,
tal como eran explicadas en las orientaciones de Daisaku Ikeda, así como en las de los líderes italianos, constituyeron para ellos un punto decisivo, redirigiendo sus deseos y expectativas.


Otra razón para el fuerte interés de las personas en la ISG (Soka Gakkai de Italia) se relaciona con el concepto de “acción útil” en el mundo. Parece que muchos miembros fueron atraídos a
la ISG debido a esto. El dolor es aparentemente transformado en medicina. Las dificultades parecen asumir un aspecto diferente cuando son reconsideradas bajo la luz del concepto del karma. Aquí, la ley del karma no es considerada como destructiva, o como una excusa para la incapacidad o el fracaso Más bien, es utilizada para ofrecer posibles explicaciones, interpretaciones racionales y una dirección para el futuro: es aquí y ahora. Se enseña que uno cosecha el fruto de las semillas sembradas en el pasado y que se siembran las semillas para el mañana.


Bajo esta luz, la fe, práctica y estudio no son más palabras abstractas o aspiraciones distantes. En vez de eso, se convierten en hechos reales, oportunidades, estímulos constantes y depende del individuo el obtenerlos. Las personas pueden tener la impresión de que el camino de vida ofrecido como ejemplo por la Soka Gakkai es algo exigente, en términos tanto de tiempo como de voluntad para cambiar. No sorprende, por lo tanto, que no todos se sientan dispuestos a ello. Sin embargo, entiendo el fuerte vínculo que une a aquellos que se mantienen, quienes intentan trabajar juntos para ellos mismos y para los demás. Entonces, ¿está la organización libre de
problemas? ¿Es todo “suave travesía” una vez que una persona ha decidido embarcarse en la jornada de la fe? No lo creo. Así como es exigente cualquier compromiso personal, el compromiso
con el movimiento de la SGI italiana parece haber tenido, y aún tiene, problemas.


Me parece que existen algunas dificultades en la relación entre los miembros y los líderes en la
adaptación y orientación de la mentalidad italiana hacia diferentes sugerencias culturales. El movimiento se encuentra constantemente en la lucha por alcanzar y mantener el equilibrio, de hallar un balance entre la tendencia de institucionalizar y organizar (formar grupos, cabildos
centrales, territorios, etc.) y fomentar la espontaneidad (formar redes y grupos que son creados por intereses comunes). Para muchos, la Soka Gakkai ha significado experiencias positivas, posiciones establecidas, incentivos; la posibilidad de encontrar respuestas a las exigencias
de cambio y a la necesidad de sentido. Para muchos, ha sido el principio del camino hacia la felicidad, una fuente de fortaleza. Ha inspirado y ofrece seguridad.


Se debe esperar que estos aspectos puedan, con el tiempo, profundizar más sus raíces, ganen reconocimiento y tengan oportunidades para desarrollarse. Esto, por supuesto, depende del
tipo de reconocimiento, del tipo de bienvenida y encuentro que la sociedad italiana y el más amplio contexto europeo ofrezcan con respecto a la Soka Gakkai. Para mi, el encuentro con este complejo fenómeno ha sido una positiva y enriquecedora experiencia.

En cuanto a la Perseverancia

Por Leigh Kennicot corresponsal de Los Ángeles
Tomado del Seikyo Criollo, Junio 1977

“Mientras la práctica progresa y el entendimiento crece, emergen los tres obstáculos y los cuatro demonios, rivalizando unos con otros para interferir. No debes dejarte influenciar por ellos, ni permitir que te atemoricen”. Esta cita no sólo se aplica a Nichiren sino que es la guía para sus discípulos. (Escritos Principales de Nichiren Daishonin, vol. 1, pág. 145).


Esperen un segundo... ¿No se supone que éste sea un artículo sobre la perseverancia? ¿Por qué estamos hablando de obstáculos? Bueno, quizás la perseverancia se puede comprender mejor si examinamos aquello a través de lo que se supone que perseveremos. Por ejemplo, si en algo te pareces a mí, la interferencia con tu práctica es difícil de identificar. ¿Qué hacer ante la duda, simple y sencilla?. Es aquí donde entra el concepto de romper barreras.

En nuestra cultura, la “perseverancia” ha adquirido mala fama. Tenemos la tendencia a considerarla como algo fastidioso o monótono; algo así como avanzar por un lago de melaza hacia una meta inimaginable y distante hasta que, después de un largo, aturdido y desagradable espacio de tiempo, la meta es alcanzada. La perseverancia se ve como un mal necesario, una parte de la vida de la cual todos deseamos prescindir. Por otra parte, en el Budismo de Nichiren
Daishonin, la perseverancia contra la duda asume las cualidades de valentía, vigor e ichinen de cara a lo desconocido- “saltar en la boca del demonio”.


Para los seguidores del Daishonin, la perseverancia es uno de los seis paramitas que, al entonar Nam Miojo Rengue Kio, podemos manifestar sin tener que practicarlos como austeridad.
Pero, ¿cómo es esto? En su charla sobre “El Verdadero Objeto de Devoción”, el presidente Ikeda explica: “Francamente, pienso que podemos decir que (los seis paramitas) representan los atributos que hacen que los seres humanos sean realmente “humanos”. También sirven de guía segura a nuestro movimiento hacia la Revolución Humana, hacia la reforma y hacia la concertación de un yo individual”. (Selección de explicaciones sobre el Gosho, vol. 1, 226).


La perseverancia es el tercero de los paramitas. El presidente Ikeda describe la dificultad de esto a través del ejemplo de Shariputra, que pasó sesenta eones practicando el sendero del
Bodisatva hasta que, en la víspera de alcanzar la Iluminación, se topó con un braman que le pidió un ojo como limosna. Shariputra generosamente se sacó el ojo y se lo dio al braman, quien
inmediatamente lo pisó. Con indignación justificada, Shariputra abandonó su búsqueda. Retrocedió nuevamente a los comienzos de su práctica, sesenta eones hacia atrás. Perseverar con este contexto exige una expresión de fe. Cuando aparentemente existen razones perfectamente justificadas para descontinuar, sólo la fe nos permite persistir hasta el punto en el cual experimentamos la prueba real que nos garantiza a todos Nichiren Daishonin.


En un reciente discurso el presidente Ikeda menciona este punto: Ocurren muchas cosas en la vida. Hay tristeza, hay sufrimiento. Cada día hay cosas que no nos gustan o que nos molestan. Puede que las parejas tengan sus peleas. Podría haber un divorcio y miseria después.
Aun así la pareja se lleva bien, quizás los hijos sufran de alguna enfermedad, o ellos mismos quizás se enfermen. Hay todo tipo de sufrimientos y problemas. ¡Así de tremendos son los retos de la vida!. La fe es el “motor” que nos permite perseverar en nuestras vidas hasta el mismísimo final. (World Tribune, 21 de feb. De 1994, pág. 4).


El ejemplo de Shariputra también nos señala el factor tiempo. Aunque la perseverancia implica continuar, hubo un momento crucial en el cual Shariputra tomó una decisión fatal. Confrontar la
propia duda no tiene que ser una batalla continua: de hecho, solamente se convierte en un problema persistente si no se le presta atención. Al describir este fenómeno, Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, dijo en una ocasión: Existen cuatro demonios: la
obstrucción de la enfermedad, la obstrucción de la muerte, obstrucciones que surgen de los venenos y la obstrucción del Demonio del Sexto Cielo. Fuerzas maléficas que nos hacen dudar se levantan contra nosotros en un esfuerzo por debilitar nuestra fe. ¡Ataquen si se atreven! ¡No me dejaré derrotar por ninguna de las fuerzas maléficas! Cuando confrontamos las fuerzas maléficas así de resueltamente, inmediatamente se dispersarán. (World Tribune, pág. 5, 27 de junio de 1994).


Aquí la perseverancia requiere la valentía de confrontar lo desconocido y de romper una barrera. Es por eso que Nichiren Daishonin afirma en el Gosho titulado “La Dificultad de mantener la Fe”: “Muchos oyen sobre este Sutra y lo aceptan, pero pocos continúan su
fe de cara a grandes obstáculos. Aceptar es fácil; continuar es difícil. Pero la Budeidad yace en la fe continua”. (MW-1, 127).


La idea de una práctica indoblegable de por sí podría parecer atemorizante. ¿Cómo podemos interpretar este aspecto de la búsqueda de la Iluminación y hacer que sea algo emocionante y alegre? En la Primera Reunión General de la Soka Gakkai de Tailandia, el presidente Ikeda dijo:
Por tanto, una persona de fe jamás es derrotada por ninguna tormenta de obstáculos que pueda confrontar. La vida de Nichiren Daishonin fue una vida de persecuciones continuas, todas las cuales él resistió en pro de la felicidad de la humanidad. En particular, la persecución de Tatsunomokuchi en 1271 fue la prueba más grande que experimentó en su vida; sin embargo, el Daishonin se mantuvo imperturbable ante los eventos que se desarrollaban en torno a él.


A la vez que se acercaba el momento de su ejecución, el Daishonin le dijo a su fiel seguidor Shijo
Kingo, quien lloraba por la tristeza que le causaba el destino de su mentor. ‘Te deberías alegrar de esta gran fortuna (o sea, la mía, la de ser sentenciado a ser decapitado por el Sutra del Loto)’ (MW- 1, 181).


Poseer una convicción inquebrantable de cara a cualquier dificultad es saborear un estado mental tan majestuoso como el fluir del Río Chao Praya de Tailandia. La fe nos permite alcanzar un estado mental como ese”. (Pág. 4). Otra palabra para “estado mental” podría ser ichinen, lo que entendemos como determinación, o la energía de un instante de vida. Como lo explica
el presidente Ikeda: En el análisis final, la vida no es nada más que nuestro Ichinen, o la vida que se manifiesta a cada instante. Debido a esto, podemos determinar libremente nuestro futuro a través de un cambio en nuestra mente de fe. Podemos expandir nuestra condición de vida
infinitamente, siempre en ascenso y explorando la realidad de la vida sin límites. Es ahí que yace la suprema, alegría y significado de nuestra práctica y es la quinta esencia de la vida a la Ley Mística. (Budismo en Acción, vol. VI, págs. 57- 58).


La noción del ichinen, al gusto por los retos y el momento relámpago de decisión: todos son aspectos de la perseverancia que la sacan del reino de la experiencia monótona y obstinada
y hacen de ella la receta para una existencia refrescante. Es el arma secreta del Éxito. De nuevo, en Tailandia, el presidente Ikeda explicó que ‘la persistencia es poder’: “En la fe, la persistencia es lo que cuenta. El gran autor tailandés Luang Vichitvatakarn (1889-1982), que produjo muchas obras célebres, escribió: ‘La persistencia continua construye un gran poder’.


Este principio se aplica ampliamente. Es con la creencia de que ‘la persistencia es poder’ que
yo lucho para desarrollar aún más el intercambio cultural entre Tailandia y Japón.”(Pág. 4).
Cuando captamos que la perseverancia tiene el poder de transformar nuestras vidas, se arroja una nueva luz sobre el concepto: en vez de conducirnos por un páramo sin caminos, plagado
de pruebas y tribulaciones, la perseverancia nos fortalece para escalar esas montañas de obstáculos y hace que la vista, desde la cima sea un paisaje de optimismo y alegría. ¡Que aparezcan más montañas!.

El espíritu buscador: cómo cultivarlo

Por Ross Dreiblatt corresponsal de Los Angeles
Tomado de Seikyo Criollo. Mayo 1997

A través de la vida de Sakyamuni podemos ver claramente que la búsqueda es fundamental al Budismo. Para comprender el misterio y la belleza de la vida debemos buscarlos. Como nos
lo recuerda constantemente el presidente Ikeda, todo gran filósofo, artista o persona humanitaria se ha hecho una pregunta y después ha buscado una respuesta. La clave de la grandeza, la clave de elevar la sociedad, yace en el deseo del individuo de encontrar respuestas.
“Descartar lo superficial y buscar lo profundo requiere valentía”. (Principales Escritos de Nichiren Daishonin, MW3- 125)

Cuántos de nosotros comenzamos a practicar Budismo después de escuchar el gancho de venta: “Entona Daimoku por lo que desees y lo conseguirás”. Y, para nuestra sorpresa a lo mejor obtuvimos “aquello” por lo que oramos. Sin embargo, tarde o temprano nos topamos con una tranca. Oramos aquí, allá y más allá, pero no podemos “alcanzar” aquello por lo que entonamos Daimoku. Nichiren Daishonin nos enseña que éste es el punto donde los valientes se preguntan por qué. Cuando comenzamos a comprender el funcionamiento de nuestra propia vida, a extraer la sabiduría desde nuestras vidas y comenzamos a tomar acción basada en esa sabiduría, podemos comenzar a asumir el control de nuestra vida.

¿Qué hacer cuando perdemos éste espíritu buscador? Esto puede ser un obstáculo muy sutil y poderoso en contra de nuestra iluminación. Muchas veces ni siquiera estamos conscientes de que está ocurriendo. Empezamos a sentirnos cómodos y hasta conformistas con nuestras vidas. Nuestra práctica se convierte en una formalidad. Dejamos de preguntarnos por qué. “El sentido de eternidad es un regalo de nuestra niñez. Las ansias por lo nuevo con seguridad nos hará sabios”. -Chinghiz Aitmatov, autor ruso y activista por la paz, en “Tiempo para aprender”.

Si somos afortunados, confrontaremos una tranca o un problema que nos obligará a reexaminar nuestras vidas. El presidente Ikeda nos ha estimulado a que usemos nuestros problemas como el combustible para nuestro crecimiento y nuestra Revolución Humana. Pero, si perdemos la esperanza, si aceptamos la derrota antes de comenzar ¿Qué podemos hacer?. Como cualquier problema, lo mejor es confrontarlo y admitir, que se tiene un problema. Admitir que nuestras vidas no son lo que queremos que sean. Reconocer que debido a que somos Bodisatvas de la Tierra y practicamos esta filosofía la vida tiene que ser mejor.

Entonces podemos comenzar a buscar y a encontrar las respuestas que probablemente han estado en nuestras narices todo el tiempo. “Encontraremos lo que busquemos y a lo que le huyamos, huirá de nosotros. Como somos, así actuamos y como actuamos, manifestamos lo
que sentimos. Somos los constructores de nuestras propias fortunas”. -Ralph Waldo Emerson, Padre del Renacimiento Norteamericano, autor y filósofo, tomado de “La Conducta de la vida” (1860).


Podemos superar una barrera y rejuvenecer nuestras vidas cuando refrescamos nuestro enfoque ante los elementos básicos de nuestra práctica. El estudiar tiene una importancia especial. Estudiar con la intención de encontrar una respuesta, no sólo para obtener
conocimiento sino para transformar ese conocimiento en sabiduría, nos ayuda a romper barreras. Comprender el método del buda nos permite ver nuestras vidas y preguntarnos cómo el buda lucharía con ese problema en particular.


Sin el estudio no tenemos idea de cuál es el método del buda y dependemos únicamente de nuestro propio razonamiento (que probablemente fue lo que inicialmente nos metió en problemas). Tan pronto comprendemos nuestras acciones, o sea, nuestro comportamiento
desde una perspectiva más profunda, podemos comenzar a dar los pasos para cambiar.
En esencia, todos los grandes avances, desde el descubrimiento de la rueda hasta la invención de la electricidad comienzan con una pregunta: ¿cómo?


Al buscar una respuesta, toda imposibilidad se convierte en realidad. A través de nuestra practica podemos obtener la valentía y la esperanza de hacer las preguntas importantes para nuestra vida. Entonces podemos encontrar las respuestas, corregir nuestros pensamientos
y triunfar. “El propósito de la vida es la felicidad. Si no eres feliz, has cometido algún error en el recorrido. Regresa, examina dónde está el error y corrígelo”. -León Tolstoy


Como escribe el presidente Ikeda en “La Revolución Humana”: “Si un hombre cree en algo que está errado, no importa lo que sea, esto lo arrastrará hasta las profundidades de la infelicidad...
La mayoría de las personas no se cuestionan ni siquiera si la sustancia de sus creencias es absolutamente correcta. Buena o mala, justa o dañina, la ignoran y siguen de lo más campantes
por el camino. Ahí, ahí mismo está la raíz de la infelicidad”.


Cuestionar esa infelicidad, rehusar aceptarla, buscar la solución dentro de uno mismo, es el principio de la Iluminación. “Una gran revolución en el carácter de una sola persona ayudará a
cambiar el destino de una nación y, aún más, efectuará un cambio en el destino de toda la humanidad”. - Josei Toda, “La Revolución Humana”