13.1.05

Entre la Muerte y el Renacer. Tercera y Ultima Parte: Condiciones para el Renacer

Traducción del "Seikyo Times", Febrero 1987,
por Pedro Seckinger
Revisión de Celia Prades

Este artículo, escrito por Yoichi Kawata, Vicepresidente de la Soka Gakkai, fue publicado en tres entregas. La versión completa apareció por primera vez bajo el titulo de "Budismo y Ciencia Medica: Hacia el Establecimiento de una Perspectiva Correcta de la Muerte y el Renacer" (jap. Buppo to Igaku: Shieseikan no Kakuritsu no Tame ni) en el periódico Kyogaku Kenya Koza, vol. 6 (Instituto de Filosofía Oriental de Tokio, 1985).

Tercera Parte: Condiciones para el Renacer
Una perspectiva budista de la concepción


Desde el punto de vista de la medicina occidental moderna, la sola unión del esperma y el óvulo es condición suficiente para que ocurra el embarazo; cuando el óvulo es fertilizado por el esperma tiene lugar la concepción. Sin embargo, desde el punto de vista budista, además de la unión del esperma y el óvulo, se considera también condición esencial el surgimiento de la conciencia alaya, es decir, el surgimiento de la vida desde la fase latente o de existencia intermedia. De acuerdo a esto, el Budismo resume las condiciones necesarias para el renacer como "la unión de los tres factores".
En lo que respecta a "la unión de los tres factores", en el quinto volumen del Sutra Daijoseki se lee lo siguiente: "¿ Cómo entonces, Oh Ananda, entra la vida en el útero de la madre? El padre y la madre despiertan en su mente el deseo, la época del mes debe ser adecuada y el cuerpo provisional debe manifestarse. Y si además no existe ninguna de las muchas alteraciones y dolencias, tales como aquellos mencionados anteriormente, y si se hallan presentes las relaciones kármicas, entonces la vida entrara en el útero".
Aquí, los "tres factores" se definen como la unión sexual de los padres, el funcionamiento apropiado del ciclo mensual y el surgimiento del cuerpo provisional desde la fase de la existencia intermedia. Además, para que estos tres factores se unan, no debe existir alteración física alguna que interfiera con el embarazo y debe existir una afinidad entre el karma de los padres y aquel almacenado en la conciencia alaya de la vida que se encuentra en la existencia intermedia.
En el decimoséptimo volumen del Daibibasha Ron se afirma lo siguiente: "La unión de los tres factores significa la unión del padre, la madre y el cuerpo provisional", y el quincuagésimo quinto volumen del Sutra Daijoseki referencia a "la unión de los fluidos masculino y femenino".
También Nichiren Daishonin, en la "Carta de Sado" dice que su espíritu mora en un cuerpo "concebido de los fluidos masculino y femenino" (MW, vol. 1, p. 37) y en "Sobre Escuchar Primero el Significado del Vehículo del Buda" él escribe lo siguiente: "Cuando inquirimos exhaustivamente acerca de nuestros orígenes, descubrimos que nuestros cuerpos fueron formados de la unión de los fluidos blanco y rojo, la esperma y sangre de nuestros padres" (Gosho Zenshu, p. 983).
En la terminología medica moderna, el fluido rojo o femenino se refiere al óvulo, y el blanco o masculino a la esperma. Por lo tanto, la "unión de los tres factores" se refiere a la unión de la esperma, el óvulo y el cuerpo provisional. El cuerpo provisional juega el papel fundamental en el nacimiento de la vida humana. Las funciones de la esperma y el óvulo, contentivos de su información genética, pueden considerarse como causas externas o auxiliares que ayudan al cuerpo provisional a manifestarse, pasando de la fase latente o de existencia intermedia a la fase manifiesta del nacimiento.
Con relación al mismo tema, el Presidente de la SGI Daisaku Ikeda observó en un diálogo con el Dr. Koji Yakabi lo siguiente:
"Cuando un niño es concebido y nace, su propio karma del pasado se considera como la "causa", mientras que los padres que elige de acuerdo con ese karma son la "condición". Y luego continuó: "Así, desde el punto de vista del Budismo, el nacimiento de un ser humano ocurre mediante la unión de las causas internas, aquellas existentes dentro de la vida, con las condiciones externas apropiadas (USHIO, abril de 1986).
La ciencia médica moderna no puede clarificar la razón por la que cierta información genética es seleccionada y transmitida a un niño en particular de entre la información genética combinada de ambos padres. Es debido a este proceso de selección que, incluso niños nacidos de los mismos padres, difieren tanto física como mentalmente, por ejemplo, en su personalidad, habilidades, temperamento y constitución física.
¿Por qué razón, entre cientos de miles o, mas bien, entre millones de datos contenidos en los genes, son asignados unos y no otros a un niño en particular?. Desde el punto de vista de la ciencia médica, esto solo puede considerarse como cuestión de azar.
Sin embargo, desde el punto de vista del Budismo, la vida en la fase de existencia intermedia no solo elige a los padres de acuerdo al karma almacenado en la conciencia alaya, sino que además recibe de ellos aquellos genes específicos correspondientes a su propio karma; aun cuando los padres sean los mismos, su información genética será distribuida de manera diferente entre sus hijos. Así, aun cuando los hermanos pueden diferir genéticamente, tanto mental como físicamente, debemos buscar la causa fundamental de esas diferencias, en las diferencias del karma que llevaban dentro de ellos mientras se hallaban aun en la fase de existencia intermedia.
Un pasaje del Oko Kikigaki, un registro de disertaciones de Nichiren Daishonin sobre el Sutra del Loto efectuado por Mimbu Ajari Niko dice así: "Entre los hijos que trae al mundo una mujer, puede haber hijos buenos e hijos malos, hijos atractivos e hijos que no lo son, hijos bajos e hijos altos, varones y hembras, y así sucesivamente" (Gosho Zenshu, p. 841).
Como lo explicó el Presidente Ikeda, el karma almacenado en la conciencia alaya de la vida que se encuentra en la existencia intermedia actúa como "causa", mientras que la información genética de ambos padres contenida en el óvulo y la esperma "condición". Podemos afirmar que mediante la unión de causa y condición surge una vida humana.
Por lo tanto, cuando inquirimos, desde una perspectiva budista, acerca de las causas de infertilidad, además de las irregularidades de la esperma y el óvulo, o las obstrucciones físicas y mecánicas que impiden la fertilización, encontramos el problema mucho más grave del karma de la vida que se halla en la existencia intermedia.
El primer volumen del Yugashiji Ron (sánsc. Yogacharabhumi-shastra) cita las siguientes tres causas para la incapacidad de concebir: (1) los efectos de alteraciones y enfermedades del útero; (2) los efectos de alteraciones y enfermedades del semen; y (3) los efectos de alteraciones y enfermedades del karma. En lo que respecta a la tercera causa, en esta obra se afirma lo siguiente: ¿Qué significa alteraciones y enfermedades del karma?. Significa que ya sea el padre o la madre que no ha creado o fomentado el karma para tener hijos. O, por otra parte, puede significar que tanto el padre como la madre carecen del karma para atraer hijos a ellos. O puede significar que la existencia intermedia no ha creado o fomentado el karma para atraer padres hacia sí.
En otras palabras, "alteraciones y enfermedades del karma" se refiere a aquellos casos en que ya sea el padre, la madre o ambos que no poseen el karma para tener hijos, o aquellos en que la vida que se halla en la fase intermedia no posee el karma para ponerse en contacto con sus padres. En tales casos, aun cuando no exista una causa física para la infertilidad, desde una perspectiva medica, la pareja será, a pesar de ello, incapaz de concebir.
Para curar las "alteraciones y enfermedades del karma", los padres deben transformar su propio karma, de manera que pueda establecerse la conexión kármica entre sus propias vidas y aquella que se halla en la existencia intermedia. Al mismo tiempo, para tener un hijo afortunado, los padres mismos deben desarrollar una conciencia alaya llena de buena fortuna.
En el quincuagésimo quinto volumen del Sutra Daijoseki se afirma lo siguiente: "Si el padre y la madre son distinguidos y nobles, poseedores de una gran buena fortuna y mérito, mientras que la existencia intermedia es ruin y ordinaria; o si la existencia intermedia es distinguida y noble, poseedora de una gran buena fortuna y mérito mientras que el padre y la madre son ruines y ordinarios; o inclusive si ambas partes poseen buena fortuna y mérito, si no poseen un karma correspondiente, entonces, en casos como estos, la vida no entrara en el útero".
Entonces, en los casos en que exista una atracción o afinidad entre el karma de los padres y el del hijo. ¿Cómo responde la existencia intermedia al karma de los padres y emerge del estado latente o de no-sustancialidad (ku), manifestándose en el mundo fenomenológico, el reino de la existencia temporal (ke)?. Esta pregunta resume el problema de la manera en que la vida pasa de la fase de existencia intermedia a la del nacimiento.
Anteriormente discutimos los nueve aspectos de la existencia intermedia según se describen en el Kusha Ron. En lo que se refiere al "aseguramiento del renacer", en esta obra se afirma lo siguiente: "Para que una existencia intermedia de este tipo (no iluminada) llegue al lugar donde renacerá, hace surgir primero en su mente la ilusión y corre hacia el ámbito que desea. Por medio de los órganos de la visión que posee debido al poder de su karma, discierne a su padre y a su madre unidos sexualmente en el lugar en que esta destinada a nacer, aun cuando habiten muy lejos, y hace surgir pensamientos pervertidos. Si ha de ser varón, es poseído por los deseos del varón con respecto a la madre y si ha de ser hembra, es poseído por el deseo de una hembra con respecto al padre. De esta manera, desea sexualmente a uno de los padres y aborrece al otro".
El Gosho titulado "Ichinen Sanzen como Principio y Realidad" también hace referencia a este pasaje del Kusha Ron afirmando lo siguiente: "Ignorancia se refiere al surgimiento de la pasión sexual en el pasado. Un varón aborrece a su padre y desea a su madre. Una hembra aborrece a su madre y desea a su padre; así se afirma en el noveno volumen del Kusha Ron" (Gosho Zenshu, p.406).
El cuerpo provisional se describe en el Kusha Ron y otros tratados Hinayana como poseedores de sutiles órganos visuales. Se afirma que ningún objeto material puede obstruir su visión. Además, este sutil cuerpo provisional puede pasar a través de cualquier tipo de materia sólida y viajar libremente a través del aire. Por lo tanto, se dice que es capaz de viajar inmediatamente al lugar donde habitan los padres a que esta destinado kármicamente, sin importar que tan grande pueda ser la distancia.
Como afirmamos anteriormente, el Budismo Mahayana enseña que la vida después de la muerte existe en el estado de ku o no-sustancialidad, en el cual se ha fundido de nuevo con la vida del cosmos. En este estado, el "cuerpo provisional", o más apropiadamente, la conciencia alaya, se ha hecho una con el gran cosmos mismo.
En este caso, ku identifica un modo de existencia que trasciende los limites del espacio-tiempo del mundo fenomenológico. La unión de los padres que tiene lugar de acuerdo con las causas kármicas almacenadas en la conciencia alaya actúa como una causa o condición auxiliar, y cuando la causa y condición se armonizan de esta forma, el cuerpo provisional, que hasta este momento no ha estado limitado por el espacio-tiempo del mundo fenoménico, puede manifestarse repentinamente, entrando en la fase del "nacimiento".
La mención que se hace en el Kusha Ron de los "órganos visuales que posee debido al poder de su karma" expresa la función mediante la cual las semillas kármicas de una vida que se halla en la fase de la existencia intermedia usan la conciencia alaya de los padres como causa o condición auxiliar para su reaparición.
Las semillas kármicas o energías latentes que se hallan en la conciencia alaya de la vida que se encuentra en la existencia intermedia toman el ADN de los padres como campo en el cual manifestarse. De acuerdo al Kusha Ron, cuando esa vida pasa de la fase de existencia intermedia a la existencia manifiesta, si es un varón, entonces en ese momento las semillas de las pasiones del deseo por la madre y el aborrecimiento hacia el padre hallan expresión. Por el otro lado, si es una hembra, se manifiestan el amor por el padre y el aborrecimiento hacia la madre. Esta interpretación sugeriría que se puede deducir que las raíces de los complejos de Edipo y de Electra postulados por Freud se hallan en el mismo instante de la concepción.
Sin embargo, tal entrada en el útero debida al deseo y el aborrecimiento solo se aplica a los seres que se hallan en los Seis Caminos. Esto difiere para aquellos de los dos vehículos y para los Bodhisattvas.
En el decimoséptimo volumen del Daibibasha Ron se afirma lo siguiente: "El narrador afirma lo siguiente: Debido a que el mérito y la sabiduría de los Bodhisattvas están tan desarrollados, cuando ellos desean entrar en el útero, no experimentan pensamientos pervertidos y no son poseídos por deseos licenciosos. Aquellos que gobiernan mediante la sabiduría y los pratyekabudas (16) poseen mérito y sabiduría, pero no están desarrollados al máximo grado. Por lo tanto, cuando entran en el útero, aun cuando no experimentan pensamientos pervertidos, son, sin embargo, poseídos por deseos carnales.
Siguiendo con la explicación del Bodhisattva, añade lo siguiente: "De esta forma, las muchas clases de seres vivientes hacen surgir pensamientos pervertidos y entran en el útero de la madre. Además, hace surgir el amor filiar hacia su madre y gracias a su poder entra en el útero".
El pratyekabuda, que representa los dos vehículos, y también aquel que gobierna mediante la sabiduría, poseen mérito y sabiduría y pueden reconocer correctamente como adecuados para ellos al padre y la madre seleccionados por virtud de su karma cuando aun se hallan en la fase de la existencia intermedia. Sin embargo, en ese momento, aun son poseídos por la pasión sexual.
En el caso de los bodhisattvas, debido a que su mérito y sabiduría son de la clase mas elevada, no sólo pueden discernir correctamente mediante su sabiduría al padre y a la madre más adecuados para ellos sino que, debido a su extraordinaria buena fortuna, a diferencia de aquellos que se hallan en los Seis Caminos o los dos vehículos, no experimentan las pasiones de la lujuria o el aborrecimiento hacia sus padres. En lugar de esto, sienten amor y afecto hacia su madre y, gracias al poder de este amor, son capaces de entrar en su útero.
¿Qué sucede entonces en el caso de alguien que ha muerto después de establecer la iluminación como su estado de vida fundamental?, ¿De qué manera se manifiesta una vida como ésta en el mundo? En lo que respecta a esto, Nichiren Daishonin afirma en el Gosho "Las Enseñanzas Afirmadas por Todos los Budas a través del tiempo": "De acuerdo con la verdadera intención de todos los Budas de las tres existencias, él (el difunto) recibe la protección de los dos sabios, las dos deidades celestiales y las diez hijas demoníacas y sin restricción logra renacer del nivel mas elevado en la Tierra de la Luz Tranquila (17). Entonces, en un instante vuelve al sueño del nacimiento y la muerte en los nueve estados, abarcando los mundos en las diez direcciones con su cuerpo y penetrando los cuerpos de todos los seres conscientes con su mente. Urgido desde su interior y atraído desde el exterior, las causas internas y externas se unen en armonía, (y nace nuevamente en el mundo) haciendo libre uso de los poderes místicos que se derivan de su misericordia para beneficiar ampliamente a los seres" (Gosho Zenshu, p. 574).
Como afirmamos anteriormente, en el caso de una persona que invoca daimoku y establece el estado de iluminación en esta vida, ella no tiene que vagar después de la muerte a través de la existencia intermedia. Una vez pasado el momento de la muerte, esa persona es inmediatamente recibida por todos los Budas bodhisattvas y deidades benévolas y luego es escoltada por ellos hasta la Tierra Pura del Pico del Águila. En "Las Enseñanzas Afirmadas por Todos los Budas a Través del Tiempo" se expresa esto mediante la siguiente frase: "Él logra renacer en el nivel mas elevado de la Tierra de la Luz Tranquila".
Además, una vida que ha acumulado el máximo bien vuelve "en un instante" al sueño del nacimiento y la muerte en los nueve estados", es decir, a los nueve estados de la realidad fenomenológica.
Se afirma que las personas que cometen las faltas más graves "caen durante mil kalpas en el Infierno Avichi", sufriendo tormentos infernales durante un periodo de tiempo inmensamente largo. Y se afirma que aquellos que experimentan la fase de la existencia intermedia pasan por este estado transitorio durante un periodo variable de tiempo, tal como 49 días. Por el contrario, una vida que ha acumulado el supremo bien de la iluminación vuelve a manifestarse en el mundo instantáneamente desde la Tierra Pura del Pico del Águila.
El pasaje antes citado afirma además lo siguiente: "abarcando los mundos en las diez direcciones con su cuerpo y penetrando los cuerpos de todos los seres conscientes con su mente". Como lo indica este pasaje, la existencia humana se manifiesta tanto física como espiritualmente en el ambiente del gran universo. La materia de la que se compone el cuerpo humano fue formada mediante la evolución del universo durante un periodo de veinte mil millones de años. Podemos afirmar, en verdad, que dentro del cuerpo humano se hallan contenidos los mundos en las diez direcciones y el universo mismo.
Además, la información genética que da forma al desarrollo del cuerpo humano incluye la historia de la evolución de formas de vida sobre la Tierra durante, por lo menos, tres mil millones de años. Abarcando la historia de veinte mil millones de años de la materia y la de tres mil millones de años de los seres vivos, los seres humanos entran en la fase de la existencia manifiesta como el más inteligente y altamente desarrollado de los seres conscientes.
El pasaje Gosho se refiere también a la unión de "causas y condiciones". En este caso, "causas" se refiere a las causas kármicas basadas en el estado de Iluminación que han sido establecidas en la vida de aquel que, al llegar el momento de la muerte, entra inmediatamente en la Tierra Pura de la Luz Tranquila, mientras que "condiciones" se refiere a la unión de los padres que será adecuada para actuar como causa auxiliar para hacer que esa vida manifieste la recompensa de las causas kármicas.
Cuando una vida basada en la iluminación se ha vuelto a fundir en el momento de la muerte con los "mundos en las diez direcciones", es decir, con el ámbito interno del universo o el estado de ku, es urgido internamente hacia el resurgimiento por sus propias causas kármicas, mientras es atraído por el ámbito externo del universo, o el mundo fenoménico, por la unión de sus padres, que actúa como causa o condición auxiliar externa. Mediante esta unión de "causas y condiciones", se manifiesta en el mundo una vida humana repleta de buena fortuna y sabiduría.
Además, en el Gosho se afirma que esta vida que está surgiendo en el mundo manifiesto esta llena del poder de la misericordia que busca beneficiar libremente a todos los seres vivos. En otras palabras, una vida suprema de bien, una vida sometida al ciclo del renacer con el estado de iluminación como base, elegirá como causa auxiliar, mediante el poder de su misericordia para salvar a todos los seres, a los padres más propicios para favorecer el logro de su misión, volviendo así al ámbito del nacimiento desde la Tierra Pura del Pico del Águila.
En el caso de una vida como esta, las pasiones tales como el deseo sexual, la ira y la perversión no actúan en el momento de la concepción. Con su gran sabiduría, reconoce correctamente a su padre y a su madre y experimenta un amor ilimitado hacia ellos a medida que entra en el mundo.
Como ya afirmamos, la vida de alguien que, mientras estaba vivo, se había basado en el estado de iluminación, va inmediatamente después de la muerte a la Tierra Pura del Pico del Águila, y apenas ha admirado con reverencia los rostros de Shakyamuni, Taho y todos los otros Buda, vuelve a manifestarse "en un instante" en el mundo fenomenológico. El punto importante aquí es que el hecho de que podamos o no ir después de la muerte a la Tierra Pura del Pico del Águila, y que podamos renacer o no como individuos poseedores de buena fortuna y sabiduría dependen de nuestra practica budista en nuestra presente existencia.Para aquellos que reverencian las enseñanzas de Nichiren Daishonin a lo largo de sus vidas y luchan por propagar ampliamente sus enseñanzas, desarrollando su fe valerosamente y sin retroceder, su ciclo del renacer no será determinado por el karma que crearon al recorrer los seis senderos. En lugar de ello, podrán repetir el ciclo del nacimiento y la muerte llenos de sabiduría y buena fortuna, con el poder de la misericordia y su sentido de misión como fuerza motriz. Estas son las funciones del nacimiento y la muerte inherentes al estado de iluminación, basadas en la naturaleza eterna de la Ley

NOTAS:
(16) Pratyekabudas: Uno de los dos tipos de sabios Hinayana, siendo el otro el de los Shravakas (jap. shomon), o aquellos que escuchan las voces. Se considera a un pratyekabuda como (a) "aquel iluminado a las causas y condiciones" (engaku), es decir, aquel que percibe la verdad del origen dependiente del sufrimiento, o (b) "aquel iluminado independientemente" (dokkaku), alguien que busca la iluminación sin un maestro, por ejemplo, en un mundo donde existe un Buda, mediante la observación de los fenómenos naturales y la meditación sobre los mismos. Entre los Diez Estados, el pratyekabuda corresponde al de la Compresión (Absorción).
(17) Tierra de la Luz Tranquila: lugar donde mora un Buda. También indica el estado de iluminación.

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