22.1.05

En cuanto a la Perseverancia

Por Leigh Kennicot corresponsal de Los Ángeles
Tomado del Seikyo Criollo, Junio 1977

“Mientras la práctica progresa y el entendimiento crece, emergen los tres obstáculos y los cuatro demonios, rivalizando unos con otros para interferir. No debes dejarte influenciar por ellos, ni permitir que te atemoricen”. Esta cita no sólo se aplica a Nichiren sino que es la guía para sus discípulos. (Escritos Principales de Nichiren Daishonin, vol. 1, pág. 145).


Esperen un segundo... ¿No se supone que éste sea un artículo sobre la perseverancia? ¿Por qué estamos hablando de obstáculos? Bueno, quizás la perseverancia se puede comprender mejor si examinamos aquello a través de lo que se supone que perseveremos. Por ejemplo, si en algo te pareces a mí, la interferencia con tu práctica es difícil de identificar. ¿Qué hacer ante la duda, simple y sencilla?. Es aquí donde entra el concepto de romper barreras.

En nuestra cultura, la “perseverancia” ha adquirido mala fama. Tenemos la tendencia a considerarla como algo fastidioso o monótono; algo así como avanzar por un lago de melaza hacia una meta inimaginable y distante hasta que, después de un largo, aturdido y desagradable espacio de tiempo, la meta es alcanzada. La perseverancia se ve como un mal necesario, una parte de la vida de la cual todos deseamos prescindir. Por otra parte, en el Budismo de Nichiren
Daishonin, la perseverancia contra la duda asume las cualidades de valentía, vigor e ichinen de cara a lo desconocido- “saltar en la boca del demonio”.


Para los seguidores del Daishonin, la perseverancia es uno de los seis paramitas que, al entonar Nam Miojo Rengue Kio, podemos manifestar sin tener que practicarlos como austeridad.
Pero, ¿cómo es esto? En su charla sobre “El Verdadero Objeto de Devoción”, el presidente Ikeda explica: “Francamente, pienso que podemos decir que (los seis paramitas) representan los atributos que hacen que los seres humanos sean realmente “humanos”. También sirven de guía segura a nuestro movimiento hacia la Revolución Humana, hacia la reforma y hacia la concertación de un yo individual”. (Selección de explicaciones sobre el Gosho, vol. 1, 226).


La perseverancia es el tercero de los paramitas. El presidente Ikeda describe la dificultad de esto a través del ejemplo de Shariputra, que pasó sesenta eones practicando el sendero del
Bodisatva hasta que, en la víspera de alcanzar la Iluminación, se topó con un braman que le pidió un ojo como limosna. Shariputra generosamente se sacó el ojo y se lo dio al braman, quien
inmediatamente lo pisó. Con indignación justificada, Shariputra abandonó su búsqueda. Retrocedió nuevamente a los comienzos de su práctica, sesenta eones hacia atrás. Perseverar con este contexto exige una expresión de fe. Cuando aparentemente existen razones perfectamente justificadas para descontinuar, sólo la fe nos permite persistir hasta el punto en el cual experimentamos la prueba real que nos garantiza a todos Nichiren Daishonin.


En un reciente discurso el presidente Ikeda menciona este punto: Ocurren muchas cosas en la vida. Hay tristeza, hay sufrimiento. Cada día hay cosas que no nos gustan o que nos molestan. Puede que las parejas tengan sus peleas. Podría haber un divorcio y miseria después.
Aun así la pareja se lleva bien, quizás los hijos sufran de alguna enfermedad, o ellos mismos quizás se enfermen. Hay todo tipo de sufrimientos y problemas. ¡Así de tremendos son los retos de la vida!. La fe es el “motor” que nos permite perseverar en nuestras vidas hasta el mismísimo final. (World Tribune, 21 de feb. De 1994, pág. 4).


El ejemplo de Shariputra también nos señala el factor tiempo. Aunque la perseverancia implica continuar, hubo un momento crucial en el cual Shariputra tomó una decisión fatal. Confrontar la
propia duda no tiene que ser una batalla continua: de hecho, solamente se convierte en un problema persistente si no se le presta atención. Al describir este fenómeno, Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, dijo en una ocasión: Existen cuatro demonios: la
obstrucción de la enfermedad, la obstrucción de la muerte, obstrucciones que surgen de los venenos y la obstrucción del Demonio del Sexto Cielo. Fuerzas maléficas que nos hacen dudar se levantan contra nosotros en un esfuerzo por debilitar nuestra fe. ¡Ataquen si se atreven! ¡No me dejaré derrotar por ninguna de las fuerzas maléficas! Cuando confrontamos las fuerzas maléficas así de resueltamente, inmediatamente se dispersarán. (World Tribune, pág. 5, 27 de junio de 1994).


Aquí la perseverancia requiere la valentía de confrontar lo desconocido y de romper una barrera. Es por eso que Nichiren Daishonin afirma en el Gosho titulado “La Dificultad de mantener la Fe”: “Muchos oyen sobre este Sutra y lo aceptan, pero pocos continúan su
fe de cara a grandes obstáculos. Aceptar es fácil; continuar es difícil. Pero la Budeidad yace en la fe continua”. (MW-1, 127).


La idea de una práctica indoblegable de por sí podría parecer atemorizante. ¿Cómo podemos interpretar este aspecto de la búsqueda de la Iluminación y hacer que sea algo emocionante y alegre? En la Primera Reunión General de la Soka Gakkai de Tailandia, el presidente Ikeda dijo:
Por tanto, una persona de fe jamás es derrotada por ninguna tormenta de obstáculos que pueda confrontar. La vida de Nichiren Daishonin fue una vida de persecuciones continuas, todas las cuales él resistió en pro de la felicidad de la humanidad. En particular, la persecución de Tatsunomokuchi en 1271 fue la prueba más grande que experimentó en su vida; sin embargo, el Daishonin se mantuvo imperturbable ante los eventos que se desarrollaban en torno a él.


A la vez que se acercaba el momento de su ejecución, el Daishonin le dijo a su fiel seguidor Shijo
Kingo, quien lloraba por la tristeza que le causaba el destino de su mentor. ‘Te deberías alegrar de esta gran fortuna (o sea, la mía, la de ser sentenciado a ser decapitado por el Sutra del Loto)’ (MW- 1, 181).


Poseer una convicción inquebrantable de cara a cualquier dificultad es saborear un estado mental tan majestuoso como el fluir del Río Chao Praya de Tailandia. La fe nos permite alcanzar un estado mental como ese”. (Pág. 4). Otra palabra para “estado mental” podría ser ichinen, lo que entendemos como determinación, o la energía de un instante de vida. Como lo explica
el presidente Ikeda: En el análisis final, la vida no es nada más que nuestro Ichinen, o la vida que se manifiesta a cada instante. Debido a esto, podemos determinar libremente nuestro futuro a través de un cambio en nuestra mente de fe. Podemos expandir nuestra condición de vida
infinitamente, siempre en ascenso y explorando la realidad de la vida sin límites. Es ahí que yace la suprema, alegría y significado de nuestra práctica y es la quinta esencia de la vida a la Ley Mística. (Budismo en Acción, vol. VI, págs. 57- 58).


La noción del ichinen, al gusto por los retos y el momento relámpago de decisión: todos son aspectos de la perseverancia que la sacan del reino de la experiencia monótona y obstinada
y hacen de ella la receta para una existencia refrescante. Es el arma secreta del Éxito. De nuevo, en Tailandia, el presidente Ikeda explicó que ‘la persistencia es poder’: “En la fe, la persistencia es lo que cuenta. El gran autor tailandés Luang Vichitvatakarn (1889-1982), que produjo muchas obras célebres, escribió: ‘La persistencia continua construye un gran poder’.


Este principio se aplica ampliamente. Es con la creencia de que ‘la persistencia es poder’ que
yo lucho para desarrollar aún más el intercambio cultural entre Tailandia y Japón.”(Pág. 4).
Cuando captamos que la perseverancia tiene el poder de transformar nuestras vidas, se arroja una nueva luz sobre el concepto: en vez de conducirnos por un páramo sin caminos, plagado
de pruebas y tribulaciones, la perseverancia nos fortalece para escalar esas montañas de obstáculos y hace que la vista, desde la cima sea un paisaje de optimismo y alegría. ¡Que aparezcan más montañas!.

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