7.2.05

¿Por qué? Misión

Presentamos a continuación un artículo realizado por la Consejera de la División de Damas, señora Celia Prades.
Tomado de Seikyo Criollo Oct. 1998
Se puede entender, por medio de la observación científica, que los patrones de vida y muerte se aplican por igual a todo el universo. Las estrellas, hasta las galaxias, presentan las mismas tendencias de los seres vivientes en la tierra. Así podemos deducir que las explicaciones de Sakyamuni sobre la universalidad de las leyes de la vida estaban basadas en una realidad. Todo pasa por un proceso de cambio y luego desintegración, Sakyamuni enseñó que el significado tras la muerte es para regenerar energía. Ese mecanismo prevalece a través de todo el cosmos. Por supuesto nosotros estamos inmersos en ese ciclo de tener la oportunidad de manifestarnos fenomenológicamente, desarrollarnos, desaparecer y luego regenerar nuestra energía para comenzar de nuevo.
El Gosho "Los tres tipos de Tesoros" dice: Es raro nacer como ser humano. El número de aquellos dotados con vida humana es tan pequeño como la cantidad de polvo que cabe en una uña. La vida como ser humano es difícil de mantener, tanto como le cuesta al rocío permanecer en la hierba, pero es mejor vivir un solo día cono honor que ciento veinte años y morir en desgracia. Nichiren Daishonin escribió eso para ayudarnos a tomar conciencia de la inmensa importancia de la vida y por lo tanto de su aprovechamiento al máximo. René Hughe en "La Noche anuncia laAurora" dice: La energía es el principio de la vida misma y debemos estar atentos para no malgastarla, no podemos permitir que se desperdicie en el pantano de la avaricia como un río en la arena. Dirigida hacia la disciplina y el auto-control puede ser usada para su verdadero propósito. Ella toma la dirección que la conciencia del hombre progresivamente le imprime hasta que la mente, en su apogeo y luz que la guía, revela su verdadero significado: abrir ampliamente las puertas en la búsqueda de valor y empujar al ser humano, por medio de su constante desarrollo, a manifestar sus virtudes al trascender sus propios límites.
Por lo tanto, como seres humanos, nuestra actitud básica debe ser reflexionar acerca del pasado, percibir la situación del presente y fijar nuestros objetivos para el futuro. El flujo continuo de nuestra conciencia del tiempo debe incluir la postura fundamental de determinar qué es lo que deseamos lograr, reflexionar sobre nuestras acciones y enfocar nuestra determinación sobre el futuro. Esto es de vital importancia. Nichiren Daishonin percibió que la patología y el sufrimiento de las personas que se encuentran en el mundo terrenal se genera por su forma equivocada de vivir. Por ejemplo, la lucha desenfrenada por lograr poder o riqueza material o fama, es un desperdicio lastimoso de nuestras preciosas existencias. La clave para acabar con ese sufrimiento es la erradicación de nuestra búsqueda egoísta o insaciable por los placeres efímeros del mundo, por la felicidad transitoria o relativa.
Existe un camino por medio del cual podemos lograr eso y es basar nuestras vidas en la purificación de nuestros pensamientos, palabras y acciones (formas de movilizar la energía de lavida) y buscar la Ley Verdadera. Ello proviene de nuestro profundo, innato deseo de lograrlo, desde el remoto pasado. El Sr. Toda dijo: Nosotros hemos nacido y además, precisamente, en una época de caos sin precedentes, para llevar adelante nuestro papel como emisarios del Buda. Nacimos como seres humanos comunes basados en nuestro deseo de promover el Kosen-rufu. Cualquiera que sean las circunstancias en las que nos encontremos, son las que escogimos nosotros mismos. Debemos entender que si escogemos ignorar nuestra captación de que poseemos inherentemente la Budeidad en nuestro interior, no seríamos distintos de aquellas personas con mentes superficiales que existen en la sociedad. De ser así nos hundiremos, nos estancaremos y seremos aplastados por nuestro aspecto superficial como mortales comunes, pero escogimos contactar y activar esa Ley porque prometimos en lo profundo de nuestras vidas revelar nuestra Budeidad y crear la Tierra del Buda donde quiera que estuviésemos.
Esta aseveración, aunque pueda parecer arrogante, surge de una gratitud auténtica al Gojonzon por ser victoriosos en la eterna batalla de la vida, asevera el presidente Ikeda. Hace más de tres mil años, Sakyamuni fue el que predijo esta batalla, una batalla del corazón que ahora llamamos Revolución Humana. Dijo que en medio del caos la Gran Ley Pura se manifestaría y sería propagada por innumerables bodisatvas que aparecerían de la propia tierra del sufrimiento de la vida y guiará a toda la humanidad hacia la felicidad y la paz. Por diez mil años y hasta la eternidad esta ley establecerá la armonía de nuestro planeta, así como generaciones tras generaciones de Bodisatvas de la Tierra aparecerán sucesivamente para mantener y propagar esta Ley. Nichiren Daishonin dijo: "En vida tras vida, nacemos con nuestro maestro". En términos del ritmo y el patrón eternos de la vida, nosotros aparecemos en planeta tras planeta en el ilimitado universo, siempre en el momento apropiado, para propagar esta Ley - por siempre transmitiendo energía vital y felicidad, y por lo tanto, paz y armonía a la gente. Es más, escogemos no venir como santos o seres especiales sino como personas comunes para que todos se puedan relacionar con nosotros. Venimos para dejar nuestros roles transitorios y manifestar nuestro "Yo real". La manera en que vivimos durante el corto período de nuestras vidas determina nuestro futuro incluso si naceremos o no de nuevo como seres humanos - por lo tanto no podemos darnos el lujo de desperdiciar ni un solo día de nuestras preciosas existencias con actitudes pasivas, indolentes o indiferentes puesto que la energía de la vida es para romper los límites del karma que hemos escogido y permitirle a esa energía cumplir su verdadero propósito.

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